Autora: Maite Nicuesa Guelbenzu, Doctora en filosofía


1. Introducción

La autoestima es un ingrediente básico del bienestar emocional puesto que supone la aceptación de uno mismo que es base y fundamento de la relación gratificante con los demás.

Cuando una persona se quiere a sí misma se cree también merecedora del respeto y del trato adecuado por parte de los otros de tal forma que rechazará cualquier actitud que considere inconveniente. Generalmente, prestamos mucha atención a las relaciones sociales, tenemos inquietud por hacer nuevas amistades, conocer el amor y construir una pareja, rodearnos de nuestra familia, queremos caer bien a los nuevos compañeros de trabajo… Sin embargo, son pocos los momentos en los que nos detenemos unos instantes a reflexionar sobre nosotros mismos y el concepto que tenemos de nuestro yo interno. Es curioso que a veces dicha imagen difiere en aquello que los demás consideran de nosotros.

En este artículo, vamos a prestar especial atención a qué medios puede utilizar una persona para fortalecer su autoestima y atreverse a perseguir sus sueños y convertirlos en realidades porque dentro de sí misma tiene todas las herramientas necesarias para conseguirlo: autenticidad, confianza, creatividad, fuerza y ganas. La vida es acción, estamos en constante movimiento, por esta razón, debemos asumir que debemos trabajar por aquello que deseamos de la misma forma que nuestro propio corazón trabaja continuamente bombeando nuestra sangre para darnos un minuto más de vida. La pregunta es…. ¿qué quieres hacer con tu vida?, ¿hacia dónde te diriges?, ¿qué quieres hacer para sentirte feliz?

En ocasiones, nos sometemos a las trampas del lenguaje y decimos frases del tipo: “Julio me hace sentir bien”. En realidad eres tú mismo quien en ese momento se siente bien en su compañía pero él no tiene ningún poder sobre ti. Si utilizamos el lenguaje de esta forma pronto podremos caer en el error de culpar al otro cuando no nos sentimos de la misma forma ya que le otorgamos el poder de nuestro estado de ánimo. Comencemos a hablar en primera persona. Asumamos riesgos. Vivamos siempre desde los deseos más profundos y sinceros de nuestra alma. Quizá al principio no te resulte fácil pero los beneficios que obtendrás serán muy grandes.

2. Identifica las situaciones

Es recomendable que analices diferentes momentos que te producen emociones agradables o desagradables, conozcas los motivos de dichos sentimientos, aprendas a expresarlos con asertividad… Principalmente, es fundamental que no huyas de las situaciones sólo por las emociones que te producen ya que este tipo de comportamiento es propio de personas que padecen ansiedad. Por el contrario, la ansiedad tiende a crecer cuando se reprime o cuando se evitan las situaciones que la producen no sólo por miedo a dicha situación sino también por miedo a que se produzca el propio proceso ansioso.

Cuando hayas tenido un mal día puedes buscar la forma de premiarte a ti mismo para compensar la negatividad experimentada con la gratificación de la recompensa. Puedes optar por hacer un plan con el que de verdad disfrutes, regalarte una comida que te guste, hacer algún tipo de deporte, leer un buen libro, ir al cine a ver una película que te han recomendado… El tema es que debes buscar espacios que sean solo tuyo y te ayuden a restablecerte interiormente y a sobrellevar la carga generada por el malestar de la negatividad que va robando energía no sólo emocional sino también física.

A lo largo de la vida, todos descubrimos que tenemos que realizar muchas cosas que no son agradables, sin embargo, son necesarias. En su necesidad está la razón de ser de este tipo de acciones. Es necesario aquello que no puede ser de otra manera. Es contingente aquello que puede ser o no ser.

3. Acepta el reconocimiento de los demás

Una de las necesidades básicas del ser humano es la necesidad de reconocimiento por parte del prójimo de forma que la indiferencia es uno de los peores castigos.

Sin embargo, vivimos en una sociedad caracterizada por la economía de caricias positivas. Ejemplos de caricias positivas: me alegro de verte, hoy estás muy guapo/a, me gusta mucho tu nueva ropa, hiciste un buen trabajo, muchas gracias por tu colaboración… En definitiva, las caricias positivas son el alimento emocional del ser humano ya que igual que el cuerpo necesita vitaminas para sobrevivir, el alma también necesita lo que algunos autores han llamado la “hucha emocional”. Igual que sucede en la cuenta del banco que se queda vacía si sólo se saca dinero y nunca se ingresan nuevas cantidades económicas, la mente humana se desgasta si sólo recibe palabras desagradables en la forma de caricias negativas o mixtas.

Ante tal ley de economía de caricias, también sucede que una persona se siente incómoda cuando las recibe, sin embargo, debemos aprender a aceptar las caricias positivas que nos regalan los demás de forma natural, del mismo modo que rechazaremos aquellas caricias negativas que consideramos injustas. En última instancia, la finalidad de las caricias positivas y negativas es la misma: recibir reconocimiento por parte del otro.

Como conclusión, me gustaría recomendarte que a partir de ahora no sólo tengas en cuenta las caricias positivas que recibes de los demás sino que tú también te dediques pensamientos positivos e ideas agradables sobre ti mismo incluso en los momentos en que consideres que has hecho algo de forma equivocada porque si lo piensas bien seguro que incluso en ese contexto hubo algo que hiciste de la forma adecuada. Pero no te castigues a ti mismo de una forma inhumana y piensa, simplemente, que eres una persona de carne y hueso con virtudes y defectos que está en un constante proceso de aprendizaje vital. Mañana lo harás mejor pero no tengas prisa porque si ya has realizado alguno de mis artículos recordarás que lo más importante siempre es el presente. Respira hondo cada vez que vayas con tu pensamiento al mañana. Céntrate en tus sentidos que te conectan de manera instantánea con lo inmediato: el aquí y el ahora.

4. Aléjate de las obsesiones

La mejor forma de poner límite al pensamiento es actuar. El modo más eficaz de parar las ideas repetidas que se generan dentro de un círculo vicioso es el obrar. La reflexión en orden a la prudencia es una virtud, sin embargo, el pensamiento que contribuye a alimentar una obsesión es una carencia. Si en algún momento sientes que estás dando vueltas a algo sin encontrar una solución quizá deberías dejar de centrarte en ese asunto. O si estás pensando en aquello que en realidad no depende de ti también deberías alejarte mentalmente de esa idea cuya solución no está al alcance de tu voluntad. La obsesión te aleja del momento actual y te impide concentrarte en aquello que te de verdad importa.

Nadie puede conocerte tan bien a ti mismo como tú especialmente a este nivel ya que nadie tiene el poder de atravesar tu inteligencia y analizar tu mundo ideal de conceptos y esquemas. Por esta razón, si sientes que existe alguna obsesión que limita tu vida toma conciencia de tu enorme poder para controlarla a través de la acción aprendiendo incluso a convivir con ella. Es decir, puede que te cueste erradicarla de raíz, sin embargo, habrá algo que siempre podrás hacer: actuar a pesar de ella. Moverte a pesar del miedo que puedas sentir. Conforme vayas actuando y compruebes que no pasa nada y que la mayoría de las obsesiones son sólo ideas negativas que no tienen alcance en la realidad entonces dejarás de tenerlas en cuenta.

5. Valora lo positivo de ti

Piensa en la cantidad de cosas que haces bien a lo largo del día. Analiza también aquellos momentos agradables que experimentas desde la mañana. Para analizar bien debes enumerar incluso los detalles más insignificantes ya que equivocadamente dedicamos muchos más tiempo a centrar nuestra atención en los aspectos negativos y dejamos de lado la cantidad de positividad que existe en nuestro presente.

Por otra parte, en relación con todas aquellas cosas que te suponen un esfuerzo añadido porque no te gustan, entonces, debes hacerlas antes que las demás y motivarte a ti mismo interiormente con algo que realizarás después y que en realidad sí te agrada. Dejar las cosas para mañana no descansa sino que cansa. La pereza agota pese a que a veces pensemos lo contrario. La inactividad continuada produce un cansancio infinito y apatía. El sentido del reposo es descansar para volver a actuar. Por tanto, toma fuerzas, respira, y empieza pronto con aquello que más te cuesta realizar porque así te sentirá libre para hacer aquello que de verdad te resulta agradable o vocacional. Piensa que la mayoría de las veces lo que más cuesta es precisamente empezar. Una vez que ya has comenzado, todo lo demás viene dado.

Sé realista, creativo y diviértete en tu vida porque aunque puedas conocer tus limitaciones personales también puedes descubrir todo tu potencial interno.

6. Sonríe

Hoy día los expertos centran sus estudios en la importancia de la comunicación corporal. La sonrisa abre las puertas de tu alma al otro; acoge en el encuentro directo con el prójimo Da una bienvenida agradable. Incluso en aquel momento en que te obligues a ti mismo a sonreír descubrirás que ese gesto forzado llegado el momento será natural porque habrá producido sobre ti un efecto a nivel emocional. Las personas nos acercamos a aquel que sonría más que aquel que nos recibe con seriedad. Es una tendencia natural perseguir aquello que resulta agradable y evitar lo desagradable porque molesta o hiere.

Anteriormente, analizamos las caricias positivas. Pues bien, la sonrisa es una caricia positiva que, por tanto, alimenta el espíritu. Igual que la sonrisa, la risa es fundamental para relajar la tensión y el sentido del humor siempre alivia cualquier momento de dificultad. La risa siempre poner en contacto a un grupo de personas ya que incluso a veces la propia carcajada aumenta cuando se escucha el eco sonoro de la risa del otro. Aprende a relativizarte a ti mismo cuando sea necesario y piensa que el humor es un ingrediente fundamental para descubrir que la vida nos brinda la oportunidad de divertirnos incluso en los detalles más pequeños.

Victor Frankl, fundador de la logoterapia y autor de la obra “El hombre en busca de sentido” utilizó el sentido del humor incluso en las condiciones más dramáticas de su existencia cuando estuvo prisionero en los campos de concentración. Recomiendo la lectura de sus obras a todos los lectores que se hayan acercado a este trabajo y tengan inquietud por seguir aprendiendo en temas de superación personal.

7. Aprende a decir no

Una de las mayores metas que puede proponerse una persona es aprender a decir no. No a una petición o favor del otro por muy cercano que sea. La clave está en saber que cuando decimos que no simplemente estamos rechazando una idea pero no es un rechazo directo hacia otra persona en concreto a la que queremos igual que antes. De tal forma, no tiene sentido el chantaje emocional ya que cuando alguien nos formula una petición debe asumir anteriormente que su petición sólo puede tener una respuesta: sí o no. En otras ocasiones, también puedes aprender a alcanzar acuerdos con el prójimo que son fundamentales, por ejemplo, para el trabajo en equipo.

En cualquier caso, lo cierto es que nunca deberías realizar nada que te haga sentir mal, que crees que va en contra de tus principios o que, sencillamente, sientes que una voz interna te repite continuamente que no lo hagas. No estás obligado a agradar continuamente a los demás sino a ti mismo.

Nadie nos va a querer más simplemente porque siempre digamos que sí a sus propuestas. Muy al contrario, esa persona puede terminar utilizándonos como una marioneta y dándonos un valor de objetos que sirven para algo. Por el contrario, aquel que nos quiere de verdad comprenderá nuestras decisiones aunque quizás necesite un poco de tiempo para hacerlo. Pero no sólo nos respetará sino que además reforzará nuestro propio modo de ser. Aquel que te quiere de verdad te ayuda a ser más tú todavía pero no te pide que finjas ni te pone condiciones.

Rodéate de los consejos de los demás, de aquellos que te quieren, ten en cuenta su punto de vista pero piensa que en última instancia la decisión siempre es tuya. Confía en ti mismo y en tu equipo cuando formes parte de un grupo que se mueve por la misma finalidad.

8. La creatividad

¿Te gusta escribir? Entones escribe. ¿Te gusta pintar? Compra pintura y un pincel y pinta. Dale rienda suelta a tu creatividad. Descubre qué es aquello que está llamado a realizar. Dime… ¿cuál es tu vocación? Cuando tengas la respuesta piensa si no crees que sería más gratificante vivir dedicando un tiempo y un espacio a aquello que te hace sentir bien. A lo mejor, por determinadas circunstancias te has visto obligado a trabajar en algo que no te gusta demasiado, sin embargo, el día es muy largo y seguro que puedes encontrar una forma de desarrollar tu creatividad. Puedes ponerte manos a la obra e investigar ya que en la mayoría de las ocasiones la mayor limitación es la falta de información, sin embargo, hoy día Internet te ofrece información rápida y segura desde tu propia casa. Por otra parte, existen muchas opciones de voluntariado que buscan personas especializadas para realizar diferentes actividades. Deja que tus deseos te guíen y muevan tu voluntad en la orientación adecuada en orden a tu propia felicidad personal. Cierra tus ojos y dime: ¿Dónde quieres estar dentro de un año?, ¿qué te gustaría estar haciendo exactamente? Entonces, ponte en movimiento y trabaja desde este instante para que tu deseo pueda ser real cuando transcurra este tiempo. Te deseo mucha suerte en tu aventura vital y no olvides que no estás sólo ya que a tu alrededor tienes amigos, familia y personas que estarían encantadas de conocerte y compartir contigo un pedacito de vida.

Detecta los miedos que te limitan y levántate cada mañana con una idea fija en tu mente: Coraje, coraje y coraje para vivir más y mejor. Fuerza para sobreponerte a los obstáculos. Y ganas de enfrentar nuevos retos. Aprovecha el tiempo porque pasa demasiado rápido como para desperdiciarlo en temores. Simplemente, aprende de tus errores pasados y utiliza dicho aprendizaje de forma eficaz en el presente y más todavía de cara al futuro cuando tu mochila vital esté llena de experiencia.

9. La frustración

Igual que anteriormente hablamos sobre las obsesiones ahora vamos a dedicar un espacio a la emoción de la frustración porque acarrea enorme sensación de infelicidad.

Es mejor experimentar tristeza que frustración en cualquier caso pueden ser emociones totalmente naturales ante determinadas circunstancias. Sin embargo, conviene evitar la frustración porque quizá nos impida intentarlo de nuevo. Y lo cierto es que a veces la clave del éxito está en tener la constancia necesaria para repetir algo muchas veces, insistir más y más y no darse por vencido más allá de los resultados inmediatos. Que las cosas sean hoy de una manera no significa que siempre vayan a ser así. No olvides que todo está en un proceso constante de evolución por tanto quizá mañana sea posible aquello que hoy a simple vista parece imposible. Los actores siempre explican las cantidad de castings que tuvieron que superar antes de obtener su primera prueba. Muchos de ellos, si se hubiesen desmotivado en los inicios, no habrían llegado a tener una carrera de éxito.

Los beneficios de la memoria son infinitos si la utilizamos de la forma adecuada: en lugar de recrearnos en el dolor debemos recordar todos aquellos límites que superamos con éxito. El recuerdo de los momentos agradables, propio de la actitud mental positiva, te dará fuerza y confianza en tus propias posibilidades. Enhorabuena por todos los éxitos que ya alcanzaste en el pasado y enhorabuena también por todo aquello que conseguirás a lo largo de tu vida.

Muchas gracias

Quiero finalizar regalándote una caricia sincera y agradable por haber participado como lector: muchas gracias de verdad por tu tiempo, tus ganas y tu interés. Estás páginas no tendrían ningún sentido si no hubiese una persona interesada en leerlas.

Por otra parte, en caso de que estés interesado en seguir formándote en este tipo de temas puedes ver mi blog sobre inteligencia emocional y filosofía en: www.tallerdeieyfilosofia.blogspot.com

Si tienes alguna sugerencia que pueda ayudar a mejorar el contenido del texto no dudes en dejar algún comentario que por supuesto tendré en cuenta siempre con un espíritu crítico y positivo en orden a mejorar mi capacidad docente.