Autora: Ana Muñoz


Las verrugas están causadas por una serie de virus que pueden extenderse a otras partes del cuerpo o a otras personas a través del contacto directo. Existen al menos setenta tipos diferentes del virus del papiloma humano que infectan la piel y provocan verrugas.

Las terapias naturales se centran en estimular el sistema inmunitario para erradicar el virus que causa la aparición de las verrugas.

Hierbas y suplementos

Thuja. Tiene propiedades antivirales y un efecto cáustico sobre la verruga. Aplica una gota de aceite de thuja en la verruga dos veces al día durante un mes.

Extracto de hojas de olivo. Tiene propiedades antivirales. Toma 500 mg dos veces al día.

Aceite de ajo. Tiene propiedades antivirales. Aplica una gota en la verruga dos veces al día durante un mes.

Echinacea. Estimula el sistema inmunitario. Toma 300 mg dos veces al día.

Selenio. Una falta de selenio facilita la replicación del virus. Toma 200 mcg al día.

Vitamina E. Es importante para el funcionamiento del sistema inmunitario y para combatir las infecciones virales. Toma 400 IU al día.

Homeopatía

Se recomienda consultar con un especialista para la correcta selección y administración de los remedios homeopáticos. Entre los más utilizados se encuentran los siguientes:

Antimonium crudum

Verrugas duras y planas en las puntas de los dedos de manos y pies. Verrugas bajo o alrededor de las uñas.

Causticum

Verrugas grandes, carnosas y blandas que sangran con facilidad. A menudo se encuentran en las manos, la cara y los brazos.

Dulcamara

Verrugas grandes y lisas en el dorso o la palma de la mano.

Nitricum acidum

Verrugas con aspecto de coliflor que sangran con facilidad y son dolorosas. Se encuentran en o cerca de los genitales, la boca y el ano.

Thuja

Extensos grupos de verrugas, generalmente grandes, que suelen reaparecer tras suprimirlas quirúrgica o químicamente. Verrugas que aparecen tras vacunarse.

Aromaterapia

Vierte una gota de aceite esencial de limón y otra de aceite esencial de árbol del té en un bastoncillo y frota con él la verruga. Cúbrela luego con una tirita. Haz esto todos los días durante dos o tres semanas.