Autora: Ana Muñoz


El dolor de cabeza crónico significa que el dolor aparece todos o casi todos los días, al menos 15 días al mes. La severidad del dolor de cabeza puede variar de moderado a severo. Debido a su naturaleza persistente, este trastorno puede ser bastante incapacitante y estresante.

¿Cuáles son las causas?

El dolor por tensión es el tipo de cefalea más frecuente. Es el tipo de dolor que experimenta la mayoría de las personas que tienen dolor de cabeza de vez en cuando. Sin embargo, cuando la frecuencia aumenta hasta ser diario o casi diario, entonces se habla de dolor crónico. Esto sucede en el 3 por ciento de las personas. La causa no siempre está clara y a veces parece desarrollarse sin motivo aparente, aunque parece ser que se producen desequilibrios en ciertos productos químicos del cerebro, como serotonina, endorfinas, etc.

Entre los desencadenantes principales se encuentran los siguientes:

  • Ansiedad o estrés emocional.
  • La tensión física en los músculos del cuero cabelludo y del cuello puede producir dolor de cabeza. Por ejemplo, una mala postura al estar sentido ante un escritorio puede hacer que los músculos del cuello y del cuero cabelludo se tensen. Forzar la vista para leer porque no ves bien, también puede tensar los músculos del cuero cabelludo.
  • Otros factores desencadenantes del dolor de cabeza por tensión pueden ser: determinados alimentos, luz del sol brillante, una enfermedad, efectos secundarios de fármacos, depresión, frío, calor, cansancio, ruido, cafeína, etc.

Los analgésicos que muchas personas toman habitualmente pueden causar a veces dolores de cabeza similares a las cefaleas por tensión. Por ejemplo, puedes tomar demasiados analgésicos para una cefalea, de modo que acabes usándolos cada día. Esto hace que tu cuerpo se habitúe a ellos, de modo que al dejar de tomarlos puede aparecer un dolor de cabeza debido a la retirada del fármaco. Es lo que se llama cefalea por medicación.

Síntomas

Típicamente, el dolor se describe como una tirantez o presión en la cabeza, como si un fuerte vendaje la oprimiera. Ocurre generalmente en ambos lados de la cabeza, y a menudo se extiende hacia abajo, por el cuello, o bien parece provenir del propio cuello. El dolor es generalmente moderado o suave, pero a veces puede ser severo. Puede durar desde 30 minutos hasta 7 días. La mayoría suele durar sólo unas horas. El dolor de cabeza normalmente aparece durante el día, y va empeorando conforme transcurre día.

Suelen aparecer también los siguientes síntomas:

  • Sensibilidad al tacto en el cuero cabelludo, cuello y músculos de los hombros
  • Insomnio
  • Fatiga
  • Irritabilidad
  • Pérdida de apetito
  • Problemas para concentrarse

Diferencia entre migraña y cefalea por tensión

Al contrario de lo que ocurre en la migraña, las cefaleas por tensión no suelen estar asociadas a problemas visuales (luces brillantes, puntos ciegos, etc.), náuseas, vómitos, dolor abdominal debilidad o entumecimiento de alguna parte del cuerpo. Mientras que la actividad física agrava la migraña, no produce ningún efecto en el dolor por tensión. Algunas personas con cefaleas por tensión experimentan una sensibilidad aumentada hacia la luz o el sonido, pero es un síntoma muy infrecuente, más típico de la migraña. La migraña suele afectar a un lado de la cabeza, mientras que la cefalea por tensión afecta a ambos lados. Por lo general, las personas con este tipo de cefalea pueden continuar sus vidas diarias a pesar del dolor. Algunas personas pueden tener tanto migrañas como cefaleas por tensión.

Uso de analgésicos

Las personas con dolores de cabeza suelen recurrir habitualmente a los analgésicos como paracetamol, ibuprofeno, etc. Sin embargo, sólo deberías tomarlos durante algunos días. No los tomes más de 2 días a la semana o podrías desarrollar una cefalea por medicación. No los tomes para prevenir el dolor, sino sólo cuando el dolor ya ha aparecido y es especialmente intenso.

Ansiedad, depresión y estrés

El estrés, la ansiedad y la depresión son los desencadenantes más frecuentes de la cefalea tensional. Trata de evitar las situaciones estresantes en la medida de lo posible y aprende técnicas para el manejo del estrés. Los ejercicios de respiración y de relajación también pueden servirte de ayuda. A veces puede ser necesaria la ayuda de un psicólogo. En algunos casos, una depresión puede cursar principalmente con síntomas físicos, de modo que a nivel emocional los síntomas son leves y la persona no parece estar deprimida. No obstante, para que desaparezcan los síntomas físicos es necesario tratar la depresión.

Registros

Para ayudarte a prevenir el dolor, haz un registro, anotando por escrito cuándo aparece el dolor, qué estás haciendo, cómo te sientes, cuál es su intensidad en una escala de 0 a 10, y cualquier cosa que puede haberlo provocado. Esto puede hacer emerger un patrón y ayudarte a descubrir y evitar los desencadenantes. Por ejemplo, hambre, ciertos alimentos, mala postura, ansiedad, etc.

Ejercicio

Este tipo de cefalea es más común en personas que no hacen mucho ejercicio físico. Ejercicios como caminar deprisa, correr, nadar o hacer ciclismo pueden ayudarte, ya que el ejercicio físico ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad y puede resultar beneficioso también en casos de depresión.

Medicinas alternativas

  • Acupuntura. Según las investigaciones de los National Institutes of Health, en Estados Unidos, la acupuntura puede ayudar a aliviar la cefalea crónica.
  • Masaje. Es un buen modo de reducir el estrés y la tensión muscular en cuello, hombros y espalda.
  • Aromaterapia. Una mezcla de aceite esencial de jengibre, menta y gaulteria puede ayudar a aliviar este tipo de cefalea.
  • Flores de Bach. El preparado de diversas flores de Bach llamado Rescue Remedy es bastante efectivo para aliviar cualquier tipo de cefalea. Pueden tomarse 4 gotas cada 10 o 15 minutos en los dolores más intensos, disminuyendo la frecuencia de las tomas conforme disminuye el dolor. En casos crónicos conviene hacer un preparado personalizado, que será diferente para cada persona.