Autora: Ana Muñoz


El síndrome de muerte súbita consiste en la muerte repentina e inesperada de un bebé antes de cumplir el año de edad. Es la principal causa de muerte en niños entre el primer mes y los 12 meses de edad. Es más frecuente entre los dos y cuatro meses de edad y muy rara vez sucede antes de las tres semanas o después de los 9 meses.

Aunque no está del todo claro cuál es la causa de esta muerte repentina, se conocen algunos factores de riesgo que la hacen más probable.

La muerte súbita es más probable en bebés con bajo peso al nacer y en varones. Es más probable que la madre sea una mujer joven, soltera y pobre, que haya recibido poco o ningún cuidado prenatal, que haya estado enferma durante el embarazo, que fume o utilice drogas o ambas cosas y que haya tenido otro bebé menos de un año antes. También es más probable que el padre sea joven.

Causas de la muerte súbita

Entre las causas se han sugerido las siguientes:

  • La existencia de una anomalía neurológica.
  • Dificultades en el control de la respiración.
  • Consumo de tabaco por parte de los padres.

Cómo evitar la muerte súbita

Estudios realizados en diversos países sugieren que la muerte súbita puede estar relacionada con la postura en que se coloca al bebé para dormir, siendo más probable la muerte cuando se coloca boca abajo, tumbado sobre el pecho y el vientre. Cuando a los niños se les pone a dormir de lado o sobre la espalda, hay un descenso en las cifras de muerte súbita.

Por tanto, se recomienda que los bebés sanos duerman boca arriba, tumbados sobre su espalda. Los únicos bebés que deben dormir sobre su estómago son los prematuros con problemas respiratorios, los que tengan problemas para tragar o en las vías respiratorias altas o bebés con otros problemas especiales.

Cuando los bebés pueden rodar por su cuenta, ellos elegirán la postura que más les guste. Estos niños no tendrán problemas si deciden dormir sobre su vientre, siempre que no tengan elementos blandos como almohadas, mantas de lana o cobertores que puedan asfixiarlos.

Se recomienda también que ambos padres y el resto de las personas que estén al cuidado del bebé dejen de fumar.

Se debe quitar las prendas de abrigo a los niños cuando estén en un coche o en casa. Los niños deberán tener descubierta la cara, el cuello y la frente, y deberá cubrirse con menos ropa un bebé con fiebre.