Autora: Ana Muñoz


¿Qué es la adolescencia?

La adolescencia es un periodo de transición en el desarrollo entre la niñez y la edad adulta. Se considera que la adolescencia comienza en la pubertad, que es el proceso que lleva a la madurez sexual. Los cambios biológicos que indican el final de la niñez producen un rápido crecimiento en estatura y peso y el logro de la madurez sexual.

La adolescencia es también un proceso social y emocional. Se considera que dura unos diez años; comienza alrededor de los 12 años y termina hacia los 20.

En la actualidad, el inicio de la edad adulta es menos claro que en el pasado, cuando los niños entraban en el mundo de los adultos cuando maduraban físicamente o cuando comenzaban a aprender algún oficio.

En nuestros días, la pubertad comienza a una edad más temprana. Además, la complejidad del mundo actual hace necesario que el tiempo para la educación sea más amplio. Por otra parte, en las sociedades modernas existen pocos indicativos que sirvan para establecer el momento de entrada en la edad adulta.

Existen varias definiciones para establecer la entrada en la edad adulta:

Definiciones legales. Por ejemplo, a los 18 años las personas pueden casarse sin el consentimiento de los padres, o pueden votar.

Según las definiciones sociológicas, una persona se considera adulta cuando puede mantenerse por sus propios medios o ha elegido una carrera, se ha casado o ha formado una familia.

Las definiciones psicológicas consideran que la madurez cognitiva coincide con la capacidad para el pensamiento abstracto. Las madurez emocional puede depender de logros como descubrir la propia identidad, independizarse de los padres, descubrir un sistema de valores y establecer relaciones maduras de amistad y amor.

Cambios físicos

Los cambios físicos que indican el final de la niñez incluyen: el crecimiento repentino, el comienzo de la menstruación en las mujeres, la presencia de semen en la orina de los varones, la maduración de los órganos sexuales primarios (órganos sexuales) y la maduración de las características sexuales secundarias (aquellas características que no involucran a los órganos sexuales, como la aparición de vello en el cuerpo).

La pubertad

La pubertad comienza un par de años antes en las niñas que en los varones y dura unos cuatro años. Las niñas suelen comenzar a mostrar este cambio hacia los nueve o diez años de edad y llegan a la madurez sexual hacia los 13 o los 14 años.

Los chicos entran en la pubertad alrededor de los 12 años y alcanzan la madurez sexual hacia los 14.

Sin embargo, tanto niños como niñas normales pueden comenzar la pubertad antes o después. Por ejemplo, las niñas pueden presentar las primeras señales a los 7 años o después de los 14, y llegar a la madurez sexual a los 9 o a los 16. Y los varones pueden presentar las primeras señales a los 9 o a los 16 y llegar a la madurez sexual a los 11 o a los 18.

Los cambios físicos de la adolescencia siguen una secuencia, aunque este orden puede variar un poco de una persona a otra:

- Secuencia en las niñas:

  • Crecimiento de los senos (entre 8 y 13 años)
  • Crecimiento del vello púbico (entre 8 y 14 años)
  • Crecimiento del cuerpo (entre 9,5 y 14, 5)
  • Primera menstruación (entre 10 y 16,5, con una edad media de 12,8 años)
  • Vello axilar (casi dos años después de la aparición del vello púbico)
  • Aumento de la producción de las glándulas sudoríparas y sebáceas (casi al mismo tiempo que la aparición del vello axilar).

- Secuencia en los varones:

  • Crecimiento de los testículos y el saco escrotal (entre 10 y 13,5 años)
  • Crecimiento del vello púbico (10 - 15 años)
  • Crecimiento del cuerpo (10,5 - 16)
  • Crecimiento del pene, próstata y glándulas seminales (11 - 14,5)
  • Cambio de la voz (casi al mismo tiempo del crecimiento del pene)
  • Primera eyaculación de semen (casi un año después del inicio del crecimiento del pene)
  • Vello facial y axilar (casi dos años después de la aparición del vello púbico)

El inicio de la pubertad tiene lugar cuando en algún momento determinado biológicamente, la glándula pituitaria envía un mensaje a las glándulas sexuales, y éstas empiezan a secretar hormonas. Este momento está regulado por los genes, la salud de la persona y el ambiente. También puede relacionarse con un peso crítico.

Estos cambios en el sistema hormonal hacen que, en una niña, los ovarios empiecen a producir una gran cantidad de estrógenos, y en un varón, que sus testículos aumenten la producción de andrógenos, sobre todo de testosterona. Tanto varones como mujeres tienen ambos tipos de hormonas (estrógenos y andrógenos) pero las chicas tienen mayores niveles de estrógenos y los chicos de andrógenos.

Los estrógenos estimulan el crecimiento de los genitales femeninos y el desarrollo de los senos. Los andrógenos estimulan el crecimiento de los genitales masculinos y el vello corporal.

Las hormonas están relacionadas con las emociones, sobre todo la agresión en los varones y la agresión y la depresión en las chicas.

Aunque se ha visto que existe una relación entre la producción de testosterona y la sexualidad, los adolescentes comienzan su actividad sexual más de acuerdo con lo que hacen sus amigos que con sus hormonas.

En países como Estados Unidos, Europa y Japón, se ha producido un descenso de la edad en la que se inicia la pubertad en los últimos 100 años. Esto es debido al mayor nivel de vida existente en estos países desarrollados. En países menos desarrollados la madurez sexual aparece más tarde. Por ejemplo, las niñas bundi de Nueva Guinea comienzan a menstruar a una edad media de 18 años. Esta tendencia parece haber llegado a su fin. Es decir, la edad de madurez sexual ha llegado a un límite establecido genéticamente y es improbable que se reduzca más en el futuro.

Crecimiento repentino

En la adolescencia se produce un crecimiento repentino que consiste en un aumento evidente de la estatura y peso. En las niñas suele comenzar entre los nueve años y medio y los catorce años y medio (por término medio hacia los 10 años) y en los niños entre los diez años y medio y los 16 años (por lo general sobre los 12 o 13 años).

Dura cerca de dos años, y poco después de que termine, el adolescente alcanza su madurez sexual. El crecimiento en estatura suele llegar a su máximo hacia los 18 años de edad.

En ambos sexos, este crecimiento súbito afecta a todo el cuerpo, e incluso los ojos crecen, produciendo un aumento en la miopía durante este periodo (cerca de la cuarta parte de los chicos entre 12 y 17 años son miopes). La mandíbula inferior se hace más grande y gruesa y ambas mandíbulas y la nariz se hacen más prominentes. Los incisivos sobresalen más.

Estos cambios son mayores en los varones que en las chicas y siguen su propia evolución, de modo que las partes del cuerpo están desproporcionadas durante un tiempo. Esto da al adolescente un aspecto desgarbado. Las proporciones se recuperan pronto, pero mientras tanto, los adolescentes dan muestras de una cierta torpeza. No obstante, esta torpeza se debe a que están en una etapa de desequilibrio que acabará pasando.

Características sexuales primarias

Las características sexuales primarias son los órganos reproductores. En la mujer, son los ovarios, el útero y la vagina, y en el hombre, los testículos, la próstata y las vesículas seminales. Durante la pubertad, estos órganos maduran y crecen.

El principal signo de madurez sexual en las niñas es la primera menstruación, que recibe el nombre de menarquia. En los varones, la primea señal de pubertad es el crecimiento de los testículos y el escroto y el principal signo de madurez sexual es la presencia de semen en la orina.

A menudo, en la pubertad, los varones despiertan con una mancha húmeda o seca y dura en la cama; se trata de una emisión nocturna o eyaculación involuntaria de semen. La mayoría de los adolescentes tienen estas emisiones que son perfectamente normales y pueden presentarse o no en relación con un sueño erótico.

Características sexuales secundarias

Son signos fisiológicos de madurez sexual que no implican directamente a los órganos sexuales. Incluyen el crecimiento de los senos en las mujeres y el ensanchamiento de los hombros en los varones. Además, se producen cambios en la voz y en la textura de la piel, crecimiento del vello púbico, axilar, facial y corporal.

Por lo general, los senos se desarrollan por completo en las chicas antes de la primera menstruación. Algunos varones también experimentan un crecimiento temporal del pecho durante la adolescencia. Es algo normal y puede durar entre 12 y 18 meses.

Por lo general, los varones se alegran cuando les crece vello en la cara y en el pecho, mientras que las chicas se incomodan ante la más mínima aparición de vello en la cara o alrededor de los senos, pero esto es normal.

En ambos sexos, la piel se vuelve más grasa. El aumento en la actividad de las glándulas sebáceas (productoras de grasa en la piel) puede hacer que aparezcan espinillas y puntos negros. El acné es más común en los chicos que en las chicas y parece estar relacionado con el aumento de testosterona.

La voz se hace más profunda en ambos sexos, en parte debido al crecimiento de la laringe y en parte, sobre todo en los varones, debido a la producción de andrógenos.

Menarquia

La menarquia es la primera menstruación. Aparece casi al final de la secuencia del desarrollo femenino. Por término medio suele aparecer a los 13 años en Europa y Estados Unidos, y el rango normal se sitúa entre los 10 y los 16,5 años. Suele aparecer alrededor de dos años después del desarrollo de los senos y del crecimiento del útero.

La menarquia constituye un símbolo específico del cambio de niña a mujer. Las chicas que han comenzado a menstruar son más conscientes de su feminidad, se sienten más interesadas en las relaciones con los chicos y en arreglarse. También parecen más maduras en ciertas características de la personalidad.

La existencia de tabúes sociales ha producido actitudes negativas respecto a la menstruación. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de las chicas toma la menarquia sin alterarse. Cuanto más preparada esté la niña para la aparición de la menarquia, más positivos serán sus sentimientos y menor el estrés producido por este acontecimiento. Las niñas que no están informadas o que cuentan con información errónea suelen tener recuerdos desagradables de su primera menstruación.

Los padres puedes ayudar a las niñas a que la menarquia sea una experiencia más positiva. Pueden ayudar a la niña a verlo como un signo de madurez. Cuando los senos y el vello púbico de una niña comienzan a crecer es el momento de hablarle acerca de la menstruación en términos que ella pueda entender, asegurándole que puede seguir con todas sus actividades normales, incluido el deporte o el baño durante los periodos menstruales. Cuando tengan su primera menstruación, las madres pueden darles indicaciones prácticas y concretas sobre lo que hacer, como el uso de compresas. No solo la madre, sino también el padre ha de tener una actitud abierta, hablando con su hija de este tema sin tabúes.

Maduración temprana y maduración tardía

Con frecuencia, los adolescentes se encuentran enfrascados en el conflicto entre encontrar su propia identidad y ser únicos, y el deseo de ser exactamente igual que sus amigos. Si algo aleja a un adolescente de su grupo, se siente mal y no es raro que se venga abajo si su madurez sexual llega mucho antes o mucho después que la de sus amigos. La época en la que se alcanza la madurez sexual puede tener efectos psicológicos:

- Efectos en los varones

Los chicos que maduran rápido son más equilibrados, calmados, amables y populares entre sus compañeros; tienen una mayor tendencia al liderazgo y son menos impulsivos que los que maduran más tarde.

Por el contrario, quienes maduran más tarde que sus compañeros se sienten más desadaptados, rechazados y dominados; son más dependientes, agresivos e inseguros, se rebelan más contra sus padres y tienen un autoconcepto más bajo.

Por lo general, los chicos prefieren madurar pronto y los que lo hacen tienen una autoestima más alta. Son más musculosos y más fuertes que sus compañeros, son mejores en los deportes y tienen una imagen corporal más favorable. Además, tienen el mismo nivel de madurez que las chicas de su edad, lo cual les da una ventaja sobre los demás.

Sin embargo, la maduración temprana también puede tener efectos negativos. Al parecer más maduros se exige a estos chicos que actúen con la madurez que aparentan y cuentan con menos tiempo para prepararse para los cambios de la adolescencia.

- Efectos en las chicas

Por lo general, a las chicas no les gusta madurar antes que sus compañeras, sino que prefieren hacerlo al mismo tiempo que las demás.

Las chicas que maduran pronto tienden a ser menos sociables, expresivas y equilibradas, son más introvertidas y tímidas y tienen una actitud más negativa hacia la menarquia. Además, tienen una autoestima más baja y una imagen más negativa de su cuerpo. A veces, padres o profesores suponen que las chicas con cuerpos maduros son sexualmente activas, lo cual no tiene por qué ser cierto. Aún así, los adultos pueden tratarlas con más rigidez y desaprobación y otros adolescentes también pueden considerarlas sexualmente activas y someterlas a presiones para las que no están preparadas.

Además, estas chicas corren el peligro de unirse a chicos mayores o hombres jóvenes a una edad a la que son más susceptibles a sus manipulaciones. Por estos motivos, las chicas que maduran antes suelen alcanzar logros educativos y ocupacionales más bajos que sus compañeras en la edad adulta.