Autora: Ana Muñoz


La prostatitis es una infección o una inflamación crónica de la próstata.

La forma más común es una infección no bacteriana, que puede estar causada por hongos o virus y que no puede ser tratada con antibióticos. Afecta a hombres de todas las edades.

También puede producirse una prostatitis aguda bacteriana, siendo la E. coli la principal causante.

Cuando se infecta, la próstata se inflama, está dolorosa al tacto e impide que se produzca un flujo constante al orinar. Otros síntomas que pueden darse son: fiebre, dolor lumbar y sangre en la orina.

Cuando la prostatitis se hace crónica y la vejiga no puede vaciarse correctamente, se produce una constante retención de orina que puede causar infecciones o problemas renales.

La hiperplasia prostática (agrandamiento de la próstata) predispone a un hombre a contraer una prostatitis, ya que el flujo de orina no es muy eficiente y hay más probabilidades de que los microbios se acumulen.

Las terapias naturales y, sobre todo la homeopatía, pueden ser efectivas para tratar esta enfermedad.

Detoxificación

La próstata es una glándula muy sensible a las toxinas presentes en el ambiente o alimentos. Para eliminarlas, haz un ayuno de tres días a base de zumos de verduras y caldos.

Alimentación

Toma cereales integrales, verduras frescas y proteínas de calidad (pescado, ludías, soja, pollo, pavo).

Si puedes, consume alimentos de origen ecológico, para evitar pesticidas, aditivos y otras toxinas.

Las semillas da calabaza son un remedio tradicional para los problemas de próstata, debido a su alto contenido en zinc. Tómalas crudas a lo largo del día. Evita las semillas tostadas o saladas.

Toma pescados como salmón o caballa y semillas de lino o aceite de semillas de lino, pues son ricos en ácidos grasos esenciales, que combaten la inflamación.

Bebe té verde descafeinado en vez de café, pues promueve la detoxificaión del cuerpo.

Bebe un vaso de agua cada dos horas, para que haya líquido fluyendo a través de tu aparato urinario.

Elimina las grasas saturadas, hidrogenadas y parcialmente hidrogenadas, pues fomentan la inflamación y afectan la próstata.

El azúcar alteran los niveles hormonales y empeora la inflamación. Elimínala de tu dieta.

Evita la comida procesada, pues contiene gran cantidad de aditivos y productos químicos que contribuyen a los problemas de la próstata.

Evita el alcohol y la cafeína, pues irritan la próstata.

Aromaterapia

  • Bergamota. Este aceite esencial reduce la inflamación. Añádelo a un baño o a un aceite base para masaje.
  • Aceite esencial de árbol de té. Ayuda a combatir la infección. Añade unas gotas a un baño. Este aceite puede ser irritante para algunas personas, así que empieza añadiendo solo dos o tres gotas bajo el chorro del grifo de la bañera. Si no tienes ninguna reacción, puedes añadir más gotas.
  • Aceite esencial de madera de sándalo. Para el constante deseo de orinar. Úsalo en un baño o masaje.

Hierbas y suplementos

Echinacea y Hidrastis. Toma 500 mg de un producto que contenga ambas plantas cuatro veces al día. Estimulan la función inmunitaria y combaten la infección.

Zinc. Mejora la función inmunitaria y reduce la congestión prostática. Toma 100 mg al día durante dos meses y luego 50 mg al día como mantenimiento. Junto con el zinc, toma 3 mg de cobre al día.

Extracto de polen de centeno. Este extracto mejora los síntomas de la prostatitis. Tómalo como indique en el prospecto (generalmente, dos comprimidos dos veces al día).

Quercitina. Es un tipo de flavonoide que reduce la inflamación. Toma 500 mg dos veces al día.

Bromelina. Tiene un efecto antiinflamatorio que mejora la prostatitis cuando se toma junto con vitamina C. Toma 500 mg tres veces al día entre comidas.

Aceite de orégano. Sirve de ayuda en casos de prostatitis. Toma de 160 a 200 mg al día.

Serenoa (Serenoa repens). Reduce el agrandamiento de la próstata que a menudo es la causa de la prostatitis crónica. Toma320 mg al día de un producto que contenga entre un 85 y un 95 por ciento de ácidos grasos.

Homeopatía

Apis mellifica. Prostatitis con dolor punzante o ardiente al orinar. Retención urinaria.

Causticum. Pérdidas de orina al toser o estornudar. Sensación de presión que se extiende desde la próstata a la vejiga. Placer sexual disminuido durante el orgasmo.

Chimaphilla umbellate. Prostatitis aguda y retención de orina. Sensación de estar sentado en una bola, de que hay una bola en la pelvis o sensación de presión, hinchazón y dolor que empeora al sentarse.

Clematis. Prostatitis que hace que el paso de orina sea lento o en goteo.

Lycopodium. Chorro de orina doloroso, los síntomas empeoran tras orinar, disfunción sexual, como impotencia. Suelen tener problemas digestivos, como gases o hinchazón abdominal.

Pulsatilla. Problemas de próstata con dolor en la vejiga al terminar de orinar. Personas que se acaloran con facilidad y se sienten mejor con el aire fresco.

Sabal serrulata. Retención urinaria, sobre todo en hombres mayores. Sensación de frío en la próstata o la vejiga. Hombres con prostatitis que son propensos a infecciones de vejiga.

Selenium. Agrandamiento de la próstata con y goteo involuntario de orina o fluido prostático. Los síntomas empeoran tras caminar u orinar. Impotencia.

Staphysagria. Retención urinaria, goteo crónico de orina. Sensación ardiente en la próstata y el tracto urinario. Hombres que suprimen sus emociones, sobre todo la ira. Impotencia.

Sulphur. Prostatitis con ardor en la uretra o la próstata. Dolor lumbar. Los síntomas empeoran estando de pie y con el sexo.

Thuja. Prostatitis que se desarrolla tras ser tratado por gonorrea u otra enfermedad de transmisión sexual.