Autora: Ana Muñoz

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad que afecta al cerebro y que comienza con una leve pérdida de memoria, progresando hasta la demencia y la muerte. Se ve afectada una parte del cerebro llamada hipocampo, que es la base de la memoria y el intelecto.

Al comienzo de la enfermedad, se produce una leve afectación de la memoria. Conforme la enfermedad progresa, la persona tiene cada vez más dificultades para recordar acontecimientos ocurridos el día antes o hace solo unas horas. Pueden no ser capaces de recordar determinadas palabras o de reconocer a seres queridos o lugares conocidos. La memoria funcional también se ve afectada, de modo que la persona olvida cómo hacer tareas habituales, como vestirse, lavarse los dientes o ir al baño. En fases avanzadas pueden producirse alucinaciones o episodios de violencia.

Alimentación

Procura que tu alimentación consista en alimentos básicos, no procesados y, en la medida de lo posible, de cultivo ecológico, que están más libres de toxinas como pesticidas, herbicidas o aditivos.

Para combatir el daño causado por los radicales libres, toma vitaminas A, C y E. Las encontrarás en las frutas y verduras frescas. El germen de trigo es una gran fuente de vitamina E. Añádelo a tus ensaladas, cereales y zumos. Las semillas y los frutos secos son también una buena fuente de esta vitamina.

Es muy importante que tomes pescados como salmón, caballa, bacalao, lenguado, y mero, pues son una fuente de ácidos grasos implicados en el funcionamiento cerebral.

Una deficiencia de vitaminas del grupo B puede contribuir a esta enfermedad o producir síntomas similares. Se encuentra sobre todo en la levadura de cerveza; también en el germen de trigo, huevo y espirulina.

Muchas personas con Alzheimer tienen deficiencias de zinc. Come semillas de calabaza regularmente.

Bebe un vaso de agua cada dos horas para mejorar la circulación y eliminar toxinas.

Toma abundante fibra, para favorecer la eliminación de toxinas a través de las heces. Para ello, toma cereales integrales, avena y verduras crudas o poco cocinadas.

El aparato digestivo de las personas mayores no absorbe los nutrientes con la misma eficacia que las personas más jóvenes. Los zumos de fruta y verdura son un buen modo de aportar gran cantidad de nutrientes que se absorben con facilidad. Toma varios vasos al día de zumos de frutas y verduras variadas frescas, preparados en casa.

Evita el alcohol y el café. No bebas agua del grifo. Bebe agua embotellada de calidad.

Dieta cetogénica

Encontrarás un artículo sobre la dieta cetogénica al final de esta página.

El Alzheimer se asocia, entre otras cosas, a un déficit en la utilización de glucosa en el cerebro. Las neuronas afectadas no pueden obtener suficiente energía a partir del azúcar. La dieta cetogénica (muy baja en carbohidratos, moderada en proteínas y alta en grasas) fuerza al cuerpo a producir cuerpos cetónicos (como el beta-hidroxibutirato), que pueden utilizarse como fuente alternativa de energía en el cerebro.

La hipótesis es que al ofrecer energía alternativa, se podrían mejorar las funciones neuronales deterioradas en el Alzheimer.

¿Qué muestran los estudios?

En modelos animales (ratones) y en pequeños estudios en humanos, se ha observado mejoras en la memoria y la función cognitiva, así como una disminución de algunos marcadores de inflamación cerebral.

Algunos ensayos clínicos pequeños (como el estudio KEAP sobre cetonas exógenas) muestran que el uso de cuerpos cetónicos, ya sea mediante dieta o suplementos, puede mejorar síntomas leves o moderados de Alzheimer.

No obstante, los resultados aún son limitados y no todos los pacientes responden igual. Aún es necesario que se hagan más estudios.

Hierbas y suplementos

Ginkgo biloba. Esta planta tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y ayuda a proteger las membranas celulares y a regular la función de los neurotransmisores. Se usa para aliviar los síntomas cognitivos asociados a diversas enfermedades neurológicas.

Presenta pocos efectos secundarios, pero puede reducir la capacidad de la sangre para coagular. Este riesgo puede aumentar si se toma con otras sustancias que reducen la capacidad de coagulación, como la aspirina.

Huperzina A. Es una sustancia química derivada de un tipo de licopodio chino (Huperzina serrata). Se ha usado durante siglos en medicina tradicional china. Tiene propiedades similares a las de los inhibidores de la colinesterasa, que son medicamentos que se usan para tratar la enfermedad de Alzheimer. Esta sustancia es más un medicamento que una hierba, pero se vende sin receta médica como suplemento alimenticio.

Un estudio doble ciego controlado por placebo evaluó a 103 personas con enfermedad de Alzheimer que recibieron huperzina A o placebo dos veces al día durante 8 semanas. Cerca del 60 % de los participantes tratados mostraron mejorías en la memoria, pensamiento y funciones de la conducta, en comparación con el 36 % del grupo tratado con placebo; la diferencia fue significativa.

Ácido graso omega-3. Es un ácido graso poliinsaturado. Se usan dos tipos: DHA y EPA. Reducen el riesgo de enfermedad cardiaca, así como el riesgo de demencia o deterioro cognitivo, sobre todo el DHA, que se encuentra en las membranas grasas que rodean a las células nerviosas, sobre todo en las zonas en las que las células se conectan unas a otras. También reduce el riesgo de enfermedad cardíaca, tiene efectos antiinflamatorios, protege las membranas celulares de las neuronas y es un regulador del estado de ánimo (combate la depresión y el trastorno bipolar).

En abril del 2006, la revista Nature describía la primera evidencia directa del efecto del ácido graso omega-3 en las neuronas. Los investigadores encontraron que el omega-3 estimula el crecimiento de las ramas que conectan una neurona a otra. La abundancia de estas ramas hacen aumentar la capacidad del cerebro para procesar, almacenar y recuperar información.

Acetil-L-carnitinaMejora la transmisión neuronal y la memoria. Toma 1000 mg tres veces al día.

DHAEs un ácido graso necesario para el correcto funcionamiento del cerebro. Toma un suplemento de aceite de pescado que contenga una dosis diaria de 1000 mg de DHA.

Vitamina B12La deficiencia de esta vitamina produce síntomas similares a los del Alzheimer. Toma de 800 a 1600 microgramos al día.

Vitamina EEs un potente antioxidante que protege del daño causado por los radicales libres. Hace más lento el progreso de la enfermedad de Alzheimer. Toma 2000 UI al día de un complejo que contenga también tocotrienioles.

FosfatidilserinaEs un fosfolípido natural que mejora la transmisión nerviosa y la memoria. Toma 300 mg al día.

Aromaterapia

  • Aceite esencial de enebro. Ayuda a eliminar las toxinas de los depósitos grasos. Añade unas gotas a un baño o a un aceite de masaje para un masaje linfático.
  • Aceite esencial de pimienta negra. Estimula la digestión, lo que favorece la absorción de nutrientes. Dilúyelo en un aceite para masaje y frota con él el abdomen.
  • Para un efecto relajante y calmante, utiliza los aceites de lavanda o melisa.
  • Para animarte y estimularla mente, utiliza jazmín, neroli, bergamota, geranio o rosa.

Masaje

Un masaje linfático ayuda a detoxificar el organismo y mejorar la circulación (incluyendo la cerebral). Además, es una forma suave de masaje, más apropiada para personas mayores.

Acupresión

  • Punto 36 de estómago. Trabaja este punto para tonificar todo el cuerpo y mejorar la absorción de nutrientes.
  • Punto 24,5 de vaso gobernador. Es un punto de fácil acceso, situado entre las cejas. Mejora la memoria y la concentración.
  • Punto 6 de pericardio. Para aliviar la ansiedad y la tensión nerviosa.
  • Punto 1 de pulmón. Para aliviar la depresión y estimular una respiración profunda.

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