Allium sativum

Muy fácil de cultivar, es considerada una planta para la cocina pues da sabor a todos los guisos. Es un remedio muy popular contra los resfriados.

Usos medicinales

El ajo tiene numerosos usos medicinales, además de culinarios. Debido a sus propiedades fungicidas, antisépticas, tónicas y antiparasitarias se usa para tratar la candidiasis y las infecciones vaginales. Se dice también que tiene efectos anticancerígenos. Ayuda a curar la intoxicación crónica por plomo.

El uso diario de ajo en la comida tiene un efecto muy beneficioso en el organismo, especialmente el aparato circulatorio y el corazón. En Italia y España, donde el consumo de ajo es elevado, existen menos casos de aterosclerosis que en otros países. El ajo también reduce los niveles de glucosa en diabéticos y reduce las probabilidades de un segundo infarto en personas que ya han tenido uno.

En uso externo, el jugo obtenido al exprimir el ajo se utiliza para tratar las heridas, por sus excelentes propiedades antisépticas.

Aparato circulatorio. Se usa en casos de aterosclerosis, hipertensión, infarto de miocardio, colesterol, angina de pecho, así como afecciones relacionadas con la mala circulación, como las hemorroides.

Propiedades bactericidas. Es uno de los mejores remedios naturales para tratar procesos infecciosos del aparato respiratorio (gripe, bronquitis, faringitis, etc.), aparato digestivo o urinario (cistitis, infecciones renales, etc.). También se usa en infecciones de los oídos.

Efecto diurético. Dado que favorece la eliminación de líquidos, es adecuado en casos de cistitis, edemas, reumatismo.

Digestivo. Favorece la digestión, estimula el hígado, la vesícula y el páncreas. No debe usarse en casos de acidez de estómago.

Expectorante. Dado que tiene propiedades expectorantes resulta útil en afecciones respiratorias que cursan con expectoración (expulsión de moco).

Lombrices intestinales. Por sus propiedades antihelmínticas ayuda a eliminar las lombrices. Las decocciones de dientes de ajo se usan para expulsar la tenia.

SIDA. El efecto bactericida del ajo puede ser útil para combatir las infecciones que suelen producirse en el sida. Es necesario tomar hasta 5 ajos crudos por día o tomar cápsulas de ajo.

Afecciones de la piel. Picaduras de insectos, hongos, heridas, quemaduras, llagas. También puede usarse para eliminar las verrugas o los callos, usado en forma de cataplasma.

Utilización

Se toma crudo (pues la cocción destruye sus propiedades medicinales) o en forma de perlas de ajo, que evitan el fuerte olor. También puede prepararse en solución alcohólica. Para ello, se preparara una maceración de 100 gramos de ajo en 400 gramos de alcohol de vino y se toma media cucharadita antes de irse a dormir.

En uso externo, para problemas de piel y heridas, se utiliza el jugo del ajo exprimido o las cataplasmas de dientes de ajo machacado. Las cataplasmas se usan sobre callos o verrugas, teniendo cuidado de que no toque la piel sana, pues puede producir llagas.

Para uso diurético, se toman 6 gotas al día del extracto líquido.

Para uso expectorante, se toman 15 gotas al día del extracto líquido, repartidas en tres tomas diarias.

Riesgos

El excesivo consumo puede producir irritaciones. Debe usarse con precaución y consultar al especialista en los siguientes casos:

  • Diabetes.
  • Embarazo.
  • Problemas de coagulación sanguínea.
  • Uso de medicamentos para controlar al nivel de glucosa en sangre y algunos antiinflamatorios.
  • En uso externo puede producir dermatitis por contacto. No se recomienda sus uso para problemas de piel en niños pequeños.