El herpes zoster (también llamado culebrilla) es una infección dolorosa de los nervios y de la piel ocasionada por el virus zoster de la varicela, el mismo virus que causa la varicela. Aparece en aquellas personas que han sufrido de varicela y se considera una reactivación del virus zoster de la varicela. Después de causarla inicialmente, el virus no abandona el cuerpo. Por el contrario, se establece en la raíz de los nervios. Una vez activado, el virus viaja por todo el sistema nervioso de la piel. Desde ahí, el virus produce comezón y molestias.

Ranunculus bulbosus

Es el medicamento más utilizado para el herpes zoster. Vesículas que pican, ardientes, transparentes, de tonalidad azulada, que suelen localizarse en el espacio intercostal y se acompañan o son seguidas de neuralgias intercostales intensas, en golpes, que se agravan por los cambios de tiempo. Tórax sensible a la presión, con dificultad para respirar. Los dolores empeoran con el movimiento y la respiración profunda. Herpes zoster oftálmico y abdominal.

Arsenicum album

Vesículas confluentes, con dolores ardientes que se agravan de noche y por el frío y mejoran por el calor local. Se acompañan de gran ansiedad e inquietud.

Cantharis

Vesículas que pican y arden, quemantes, que mejoran con aplicaciones frías. Suele ir acompañado de trastornos urinarios: dolores cortantes y quemantes en la vejiga y uretra antes, durante o después de la micción, que es gota a gota y sanguinolenta.

Graphites

Vesículas que pican y son ardientes o punzantes, peor de noche y por lavarse, rezuman un líquido amarillo, pegajoso, transparente y espeso como la miel. Se localiza en el abdomen (sobre todo en la ingle) y en el tórax.

Mercurius solubilis

Vesículo-pústulas que tienden a ulcerarse, con dolores desgarrantes agravados de noche por el calor de la cama, peor también por el contacto con el aire frío. Sudoración viscosa nocturna. Aparece sobre todo en la cara interna y superior de los muslos y en el vientre.

Mezereum

Herpes con gran picor, ardiente como fuego, con vesículas que se recubren de una gruesa costra blanquecina bajo la cual hay pus amarillento y la piel se ulcera. Acompañado de neuralgias violentas, intolerables, peor por el calor de la cama, por el contacto y la presión. Neuralgia facial ardiente después del herpes zoster facial, con lagrimeo.