Autora: Ana Muñoz


La pancreatitis es un proceso inflamatorio del páncreas, que puede ser agudo o crónico.

El páncreas tiene dos funciones principales:

1. Secreción exocrina: consiste en la secreción de diversas enzimas digestivas que sirven para digerir las grasas y las proteínas.

2. Secreción endocrina: consiste en la secreción de las hormonas insulina y glucagón, que regulan el contenido de glucosa en sangre.

Toda la glándula se encuentra atravesada por un sistema de canales donde se vierten las secreciones producidas por la porción exocrina. Estos conductos son dos: el de Wirsung (que es el principal y termina en la segunda porción del duodeno), y el de Santorini.

Pancreatitis aguda

Consiste en una inflamación súbita del páncreas sobre una glándula pancreática previamente sana que suele seguirse, si el enfermo sobrevive, de una curación sin secuelas.

Para que se produzca una pancreatitis aguda es necesario que fallen diversos mecanismos que posee el páncreas para protegerse frente a las propias enzimas digestivas que sintetiza y segrega. Estos mecanismo son fundamentalmente tres: la síntesis de enzimas en forma inactiva; la presencia intracelular de sustancias inhibidoras, y la secreción de enzimas desde el propio espacio citoplasmático. Así, la alteración de estos mecanismos protectores puede originar la autodigestión de las células del páncreas. Como consecuencia se produce la necrosis (muerte celular) por coagulación con amplias zonas hemorrágicas.

Causas

Las causas más frecuentes son el alcoholismo y la litiasis biliar (cálculos en la vesícula biliar).

Litiasis biliar: Es la causa más frecuente (30-75%). Dado que en dos tercios de las personas normales, el conducto pancreático principal se une al colédoco (conducto de la vesícula biliar), los cálculos biliares podrían obstruir dicho conducto pancreático. La secreción continua de jugo pancreático eleva la presión en el conducto y causa ruptura de los conductillos pancreáticos, liberando las enzimas.

Alcoholismo. El alcohol es la segunda causa más frecuente (15%). Una sola ingesta suficientemente importante de alcohol puede provocar una pancreatitis aguda, aunque en muchas ocasiones lo que se producen son episodios de reagudización sobre una base de pancreatitis crónica.

Síntomas

El síntoma de mayor relevancia es el dolor, que suele presentarse desde el inicio del proceso de una forma brusca o de intensidad creciente, en general relacionado con una ingesta previa importante de comida o alcohol. El dolor comienza en el *epigastrio, extendiéndose a ambos *hipocondrios y a veces a la espalda. En algunos casos puede ser generalizado por todo el abdomen. El dolor obliga a flexionar el tronco sobre las piernas. Muchos pacientes presentan también nauseas y vómitos. Los vómitos pueden ser alimentarios o biliosos, rara vez con sangre (esto último se considera signo de gravedad y mal pronóstico). No es infrecuente la aparición de distensión abdominal acompañada de falta de emisión de heces y gases debido a la *paresia intestinal que suele acompañar a este proceso. En ocasiones aparece fiebre. El aspecto del paciente es de gravedad, con taquicardia y, en ocasiones hipotensión.

Complicaciones

- El shock se presenta con frecuencia debido a a *hipovolemia por el secuestro de grandes cantidades de líquido en la cavidad peritoneal o retroperitoneal.

- Insuficiencia respiratoria.

- Hemorragia digestiva.

- Complicaciones renales por la hipotensión mantenida,

- Complicaciones hepatobiliares, por obstrucción de la vía biliar.

- Complicaciones cardíacas, siendo la más frecuente la insuficiencia ventricular izquierda con edema pulmonar.

- La *sepsis es una de las causas de muerte más frecuente, en especial después del séptimo día de evolución. Generalmente se debe a la infección de las áreas de necrosis.

 

Pancreatitis crónica

La pancreatitis crónica consiste en una inflamación crónica de la glándula pancreática que ocasiona un deterioro progresivo e irreversible de la estructura anatómica y las funciones del páncreas. Suele afectar al sexo masculino, en especial entre la tercera y la cuarta décadas de la vida.

El páncreas aparece atrofiado o aumentado de tamaño, endurecido y con aspecto nodular. Se da una importante desorganización de su arquitectura, destacando la atrofia del tejido exocrino y su sustitución por amplias áreas de fibrosis (tejido cicatricial). En fases avanzadas, el tejido endocrino queda englobado dentro de este magma cicatricial, es destruido y se desarrolla diabetes.

Causas

Los factores que se han relacionado con el desarrollo de esta enfermedad son el alcohol, factores dietéticos y factores genéticos.

Alcohol. Actúa como tóxico celular y causa la acumulación de gotas de grasa en el interior de las células del páncreas y la activación intracelular de las enzimas. También ocasiona una alteración en la regulación de la secreción pancreática, con aumento de las proteínas pancreáticas. Esto produce el enlentecimiento del flujo en los canales pancreáticos y la formación de tapones en el interior de los conductillos. Estos tapones distorsionan los conductos y bloquean zonas que acaban atrofiándose y siendo sustituidas por tejido fibrótico.

Factores dietéticos. Las dietas con escaso contenido proteico y con exceso o déficit importante de grasa están relacionadas con esta enfermedad. También las deficiencias de determinados metaloenzimas como el cinc.

Síntomas

El síntoma con el que se presenta más a menudo la pancreatitis crónica es el dolor. Suele iniciarse en el epigastrio o en todo el hemiabdomen superior e irradiar a la espalda. El enfermo intenta aliviarse adquiriendo la posición fetal, pero en muchas ocasiones no encuentra una postura que lo alivie. En los pacientes bebedores, el dolor se inicia unas 12-48 horas después de una ingesta de alcohol importante. Otras veces el dolor aparece en relación con la ingesta de comida y se produce un adelgazamiento progresivo. Las primeras crisis son intensas y obligan a acudir a centros hospitalarios. Posteriormente los ataques suelen ser menos fuertes y de duración más cortas.

El deterioro progresivo del tejido pancreático produce un déficit de su funcionamiento y se traduce en la aparición de un exceso de grasa no digerida en las heces. Las deposiciones son amarillentas, espumosas, de aspecto aceitoso, que flotan en el agua. Cuando es grave aparece diarrea y deficiencias nutricionales.

La aparición de diabetes indica un estadio avanzado de la enfermedad y ocurre en el 28-40% de los casos.

También puede aparecer ictericia (difusión de la bilis en sangre que produce un color amarillento de la piel) o una simple colestasis (supresión o detención del flujo de bilis) debido a la afectación del conducto colédoco.

En otras ocasiones pueden aparecer vómitos alimentarios debido a la compresión de algunas de las porciones del duodeno.

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*Glosario
Epigastrio: parte superior del vientre, entre el esternón y el ombligo.
Hipocondrio: cualquiera de las dos parte laterales del la región epigástrica.
Paresia: parálisis leve que consiste en la debilidad de las contracciones musculares.
Hipovolemia: disminución del volumen total de sangre
Sepsis o septicemia: infección por el paso a la sangre de gérmenes patógenos

Bibliografía
- Farreras, Rozman. Medicina interna. Mosby/Doyma libros
- Patología estructural y funcional. Robbins. Interamericana-McGraw-Hill
- Manual de patología general. S. de Castro del Pozo. Masson
- Tratado de fisiología médica. Guyton. Interamericana-McGraw-Hill