Autora: Ana Muñoz


El sol puede causar cáncer de piel, envejecimiento prematuro y una serie de cambios en tu piel. La exposición a los rayos ultravioleta del sol, es la responsable principal del envejecimiento prematuro.

La radiación ultravioleta (UV)

Este tipo de radiación se divide entres tipos, según su longitud de onda: UVC, UVB y UVA.

  • La radiación UVC tiene una longitud de onda entre 100 y 290 nm. La capa de ozono la absorbe casi en su totalidad y no afecta la piel.
  • La radiación UVB tiene una longitud de onda entre 290 y 320 nm. Afecta la capa externa de la piel, la epidermis, y es la principal responsable de las quemaduras por el sol. Es más intensa entre las diez de la mañana y las dos de la tarde, cuando el sol es más brillante, así como en verano.
  • La radiación UVA. En un principio se pensó que su efecto sobre la piel era mínimo; sin embargo, ahora se sabe que contribuye a dañar la piel. Estas radiaciones penetran profundamente en la piel. Su intensidad es constante a lo largo del día.

Los efectos en la piel de los rayos UBA y UVB

1. Radicales libres. Las radiaciones UV son una de las principales causas de radicales libres. Los radicales libre pueden dañar el material genético de las células.

2. Ruptura de las fibras de colágeno. El sol daña las fibras de colágeno causando una acumulación de elastina anormal, lo cual hace que ciertas enzimas llamadas metaloproteinasas se produzcan en cantidades mayores para reparar los daños, pero a veces estas enzima producen fibras de colágeno desorganizadas llamadas cicatrices solares.

3. Sistema inmunitario. Cuando la piel se expone al sol, se liberan ciertas sustancias que suprimen la función de células de la piel llamadas células de Langerhans. Estas células toman los antígenos presentes en la piel y los transportan a los nódulos linfáticos, activando el sistema inmunológico para proteger el cuerpo contra agentes dañinos.

4. Muerte celular. Cuando una célula está tan dañada que puede volverse cancerosa, se destruye a sí misma. Este "suicidio" celular recibe el nombre de apoptosis. Las radiaciones UV influyen en este proceso evitando la apoptosis de las células, de modo que las células dañadas pueden seguir dividiéndose y llegar a producir cáncer.

5. ADN. Las radiaciones UV pueden dañar las enzimas que ayudan a reparar el ADN dañado.

6. Cambios en los vasos sanguíneos. Las paredes de los vasos sanguíneos se vuelven más finas, apareciendo moratones más fácilmente.

7. Cambios en la estructura de la piel. La exposición al sol hace que la piel se vuelva más fina, dando lugar a arrugas, moratones que aparecen con facilidad y desgarro. También puede producir arrugas gruesas y color amarillento de la piel.

8. Cambios en la pigmentación. Pueden aparecer pecas, lunares y manchas marrones. Las manchas se producen cuando la célula productora de melanina (melanocito) es dañada y se vuelve de mayor tamaño. Aunque a veces se las llama manchad de la edad, no tienen nada que ver con la edad, sino con la exposición al sol. También pueden aparecer manchas blancas, cuando los melanocitos se destruyen.

9. Queratosis actínica. También llamada queratosis solar, consiste en la aparición de una zona escamosa o costrosa en la superficie de la piel. Es dura, seca y áspera y puede ser de color tostado, rosado, rojo o del mismo color de la piel. Aunque por lo general es un tumor benigno, puede se la primera etapa del desarrollo de un cáncer de piel.

10. Cáncer de piel. El melanoma es el más peligroso de los cánceres de piel, porque hace metástasis con facilidad. El carcinoma de células basales es el cáncer de piel más común y no hace metástasis. El carcinoma de células escamosas es el segundo tipo de cáncer de piel más común. Puede hacer metástasis, pero no con tanta facilidad como el melanoma.