Autora: Ana Muñoz


La imagen corporal hace referencia a lo que ves cuando te miras al espejo y lo que piensas acerca de lo que ves, de tu apariencia personal, así como tus sentimientos acerca de tu cuerpo, incluyendo tu peso, forma del cuerpo, estatura, atractivo físico, etc.

La imagen corporal puede ser positiva o negativa, realista o distorsionada.

Imagen corporal negativa

Cuando una persona tiene una imagen corporal negativa de sí misma suele tener una imagen distorsionada de su cuerpo o partes de él, percibiéndolas de un modo diferente y más negativo a como es en realidad o como lo perciben los demás.

Estas personas suelen dar una gran importancia a su aspecto físico, de manera que si no les gusta su cuerpo (o alguna parte de él) se sienten fracasadas, avergonzadas, piensan que no gustarán a nadie y esperan el rechazo de los demás como consecuencia de su físico. Se sienten incómodas y extrañas dentro de su cuerpo y desearían tener un aspecto diferente.

Por lo general, no suelen tener en cuenta hasta qué punto sus propias expectativas pueden acabar haciéndose realidad debido a su propio rechazo, más que al rechazo de los demás. Por ejemplo, si dos personas fueran exactamente iguales (por ejemplo, gemelas idénticas) pero una de ellas tuviera una buena autoestima y una buena imagen corporal mientras que la otra tuviera una imagen corporal negativa, es muy probable que la persona con imagen corporal positiva fuera menos rechazada por los demás; así mismo, se rodearía de gente psicológicamente más sana y positiva y se vería envuelta en menos experiencias negativas debido a su propia actitud.

Imagen corporal positiva

Las personas con una imagen corporal positiva tienen una percepción más realista de su cuerpo y no consideran que su autoestima o valor personal dependa de su apariencia física. Aunque pueden cuidar su cuerpo, hacer dieta si lo consideran necesario o tratar de mantenerse en forma, aceptan su cuerpo tal como es y no gastan demasiada energía en tratar de cambiarlo o mejorarlo o en preocuparse por el peso, las calorías, o la comida. En general, se sienten a gusto con su cuerpo. Puede que haya partes de su cuerpo que no les gusten especialmente, pero no se paran a pensar mucho en ello y las aceptan a pesar de todo.

Las personas con una imagen positiva se centran más en lo que pueden hacer con su cuerpo y menos en el aspecto que tiene. Por ejemplo, pueden subir por las escaleras sin cansarse demasiado, nadar, etc. Además, estas personas piensan que su aspecto físico no determina su valor como personas y dan más importancia a su forma de ser y comportarse.

La imagen corporal negativa puede afectar la salud

Las personas con una imagen corporal negativa tienen más probabilidades de:

  • Desarrollar trastornos de la alimentación
  • Padecer problemas de depresión, baja autoestima, aislamiento, sentimientos de vergüenza y obsesiones relacionadas con el peso o la comida.
  • Padecer soledad o aislamiento social.
  • Dejar de practicar actividades saludables que impliquen mostrar el cuerpo, como hacer ejercicio, mantener relaciones sexuales, ir al médico, etc.

Por este motivo, es importante tratar de desarrollar una imagen corporal positiva, aceptando nuestro cuerpo tal y como es y sin relacionar nuestro valor como personas con nuestra apariencia física.

Cómo mejorar la imagen corporal

El primer paso para desarrollar una buena autoestima y una buena imagen corporal consiste en comportarse como lo haría alguien que las tuviera: ¿de qué personas se rodearía? ¿Qué experiencias viviría? ¿Qué personas sacaría de su vida? ¿Cómo se vestiría? ¿Cómo caminaría o se movería? Un estudio mostró que adoptar una postura física que indique autoestima y confianza durante tan solo dos minutos hace aumentar nuestra autoestima y confianza realmente. Es decir, tu actitud importa mucho más que tu apariencia.

Puedes cambiar tu imagen corporal incluso sin cambiar tu cuerpo porque dicha imagen no depende de cómo es tu cuerpo sino de lo que piensas de él. Hablar con una persona de confianza sobre lo que opinas de tu aspecto puede ayudarte a tener una visión más realista, ya que no es extraño que una persona con una imagen corporal negativa tenga una opinión de sí misma mucho peor que la que tienen los demás.

Por supuesto, no hay nada malo en tratar de sacar el mejor partido de uno mismo y hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu aspecto y tu salud: hacer ejercicio, perder kilos que te sobren, etc. Pero todo esto lo vas a hacer mucho mejor si partes desde la aceptación. Por ejemplo, la falta de aceptación y el rechazo hacia tu cuerpo puede hacer que te sientas tan mal que ni siquiera te atrevas a ir a un gimnasio. Por el contrario, si decides aceptarte tal y como eres ahora tendrás más probabilidades de tener un estado de ánimo más positivo y de ir a ese gimnasio donde te pueden ayudar a perder el peso que te sobre.

  • Céntrate en tus cualidades positivas, logros, capacidades, talentos.
  • Trata de evitar las autocríticas y pensamientos de autodesprecio y trátate con amabilidad y compasión.
  • Platea metas positivas y sanas relacionadas con tu salud general, como hacer ejercicio o practicar algún deporte, comer sano, dejar el alcohol o el tabaco, etc., en vez de centrarte en tratar de eliminar los aspectos negativos concretos que no te gustan.
  • Sé consciente de la influencia de la sociedad y los medios y de cómo los ideales de belleza que a menudo quieren vendernos son irreales, inalcanzables e incluso poco atractivos, como esas modelos extremadamente delgadas y sin forma de mujer que, en realidad, no son nada atractivas.