Autora: Ana Muñoz


Hacer luz de gas es un modo de maltrato emocional que consiste en hacer que una persona cuestione su propia cordura, percepción de la realidad o recuerdos. Las personas víctimas de este abuso suelen sentirse confusas, ansiosas e incapaces de confiar en sí mismas. En definitiva, puede decirse que quien te hace luz de gas trata de volverte loco/a.

La expresión hacer luz de gas procede del término inglés gaslighting. La persona que es víctima de gaslighting no suele darse cuenta de lo que le están haciendo, pues es algo que se desarrolla gradualmente. Las técnicas que una persona suele utilizar para hacer luz de gas son las siguientes:

Negación. Consiste en negar que han ocurrido ciertas cosas o que ha dicho o hecho algo en concreto. Tú sabes perfectamente que sí lo ha dicho o hecho porque lo has visto con tus propios ojos o te lo ha dicho a ti claramente, pero lo niega tajantemente y se muestra ofendido/a, dejándote como una persona mentirosa o loca que no sabe de lo que habla. Puede decirte: eso te lo has imaginado tú, estás mal de la cabeza, recuerdas cosas que no han pasado, te lo estás inventando. De este modo, te hacen cuestionarte tu realidad y cuanto más lo hacen, más te la cuestionas porque piensas: “esto no puede estar pasando tan a menudo, tal vez me pasa algo a mí”.

Fingir que no saben de qué hablas. Se niega a entablar una conversación sobre un tema importante para ti. Puede fingir que no entiende lo que dices para no tener que responderte. Por ejemplo, puede fingir no tener ni idea de por qué te has enfadado o te dice que no sabe de qué hablas. De este modo, evitan hablarlo fingiendo que lo que te ha molestado no existe.

Trivializar tus sentimientos. Se produce cuando una persona menosprecia o ignora los sentimientos de alguien. Los acusan de ser demasiado sensibles o exagerados. Por ejemplo, te dice: no es para tanto, no es para sentirse así. Cuando reaccionas con enfado, disgusto o de cualquier otro modo negativo, te culpa a ti por tomarte lo que ha dicho como algo personal. Te dice que no puedes aceptar una broma, que eres demasiado sensible.

Cuestionar los recuerdos. Consiste en decirle a alguien que no recuerda bien un determinado acontecimiento. Suelen usar frases como: nunca recuerdas bien las cosas, tienes muy mala memoria, no sucedió así. Es decir, te dicen que lo que crees recordar que pasó, no sucedió en realidad o fue diferente a como lo recuerdas, de manera que te hacen dudar de tus recuerdos.

Cuestionar tu credibilidad y tu capacidad. Por ejemplo, puede decirte que otros te meten ideas tontas en la cabeza, que te dejas influir por tus amigos, que te crees todo lo que te dicen, que solo dices tonterías. Con esta técnica pretende mostrarte a ti como una persona poco creíble que no sabe lo que dice. Al mismo tiempo te hace dudar de tu capacidad y pretende hacerte ver que eres poco inteligente. También puede decir que nadie más se siente así (lo cual no es de extrañar porque la víctima eres tú) pero te hace creer que si no les pasa a otros es que tampoco te está pasando a ti.

Usar estereotipos. Consiste en recurrir a los estereotipos de raza, género, orientación sexual, nacionalidad, edad, etc., para manipular a otras personas. Por ejemplo, un hombre que abusa de su pareja puede decirle que si busca ayuda los demás pensarán que está loca y nadie la creerá.

Mentir con descaro. De hecho, pueden contarte algo que sabes que es mentira y no les importa en absoluto. En realidad, lo hacen para que, en el futuro, dudes de si cualquier cosa que dicen es verdad o mentira. Así, llega un punto en que no sabes si creer lo que dicen o no, lo cual te genera confusión y sensación de incertidumbre. Además, estas personas mienten mucho: usará sus mentiras, por ejemplo, para hacerte creer que no gustas a otras personas o que hablan mal de ti y así sembrará la duda en ti.

Proyectar. Dicen detestar a las personas mentirosas, egoístas, deshonestas, falsas... Es decir, todo lo que ellos son. Sin embargo, actuarán como si realmente detestaran esos comportamientos que consideran inadmisibles. De hecho, es muy probable que realmente los consideren inadmisibles en los demás, a pesar de que ellos sean exactamente así. Pero logran engañarte para que pienses que nunca podrían hacer eso que tanto detestan. No obstante, lo hacen.

Le dirán a los demás que estás loco/a. Saben que si cuestiona tu lucidez mental, los demás no te creerán cuando les hables del abuso y maltrato al que te somete.

Te dirá que los demás mienten. Al hacerte dudar de los demás, tendrás más probabilidades de acudir al maltratador para saber la verdad.

¿Por qué hacen esto?

Las causas pueden variar de una persona a otra. En general, es un signo de inmadurez y falta de capacidad para relacionarse con los demás de una forma adecuada y adulta. Es un modo de no aceptar su responsabilidad, de negar cosas que les resultan desagradables sobre sí mismos. No admiten sus propios defectos, sino que culpan a los demás de todo. Estas personas no quieren analizarse a sí mismas ni cambiar, prefieren vivir en la ilusión de que ellas son perfectas y los demás son estúpidos o malos.

También es una forma de controlar a los demás para que sean dependientes de ellos. Saben que las personas necesitan mantener una sensación de estabilidad y normalidad, de modo que su objetivo es confundirte y hacer que te lo cuestiones todo (tus recuerdos, tus pensamientos, tus creencias...). Cuando dudas de todo, tenderás a buscar a otra persona en la que apoyarte; es decir, si no puedes confiar en ti, buscarás a otra persona en la que confiar, y esa persona es precisamente tu maltratador, quien logrará, de este modo, todo el control sobre ti.

También puede tratarse de personas con algún trastorno de la personalidad, como trastorno antisocial o narcisista.

Signos que indican que eres víctima de gaslighting

Las personas víctima de luz de gas suelen presentar lo siguiente:

  • Sienten confusión y dudan de sí mismas a menudo.
  • Les cuesta trabajo tomar decisiones simples.
  • Se pregunta a menudo si son demasiado sensibles.
  • Empiezan a mostrarse menos sociables, como menos deseos de ver a otras personas.
  • Piden disculpas constantemente a la persona maltratadora.
  • Defiende la conducta de la persona maltratadora.
  • Mienten a sus amigos o familiares para no tener que inventar excusas relacionadas con la persona maltratadora.
  • Sienten desesperanza, infelicidad, sensación de ser personas incompetentes y poco valiosas.
  • Pueden padecer problemas de ansiedad o depresión como consecuencia de la situación de abuso que viven.

¿Qué puedes hacer?

Si puedes, sal corriendo lo más lejos posible. Mientras no puedas librarte de esta persona, proponte recuperar la confianza en ti mismo/a que has perdido.

Observa lo que hace en vez de escuchar sus palabras. Sus acciones a menudo no coinciden con lo que dice porque sus palabras no significan nada. Por tanto, sus acciones te darán una información más valiosa sobre la verdad.

No caigas en sus juegos. Tras leer este artículo sabrás detectar mejor los comentarios que hace para confundir tu mente. Cuando detectes uno, dilo claramente: “me estás haciendo luz de gas, así que no te voy a escuchar”.

También puedes tener pensado de antemano lo que vas a decirle cada vez que te haga uno de sus comentarios típicos. Por ejemplo:

  • Sabes muy bien lo que has hecho, pero te falta madurez para admitirlo.
  • Ni estoy mal de la cabeza ni tengo problemas de memoria; dijiste (o hiciste) eso y si no quieres reconocerlo el problema es tuyo, no mío. Las personas adultas admiten sus errores.
  • Deja de hacer luz de gas. Ya no me lo trago.
  • No sé cuándo mientes y cuándo dices la verdad, así que no me interesa lo que digas.
  • Esa es solo tu opinión.

Añade tus propias frases para tener un repertorio más amplio y prepárate para sacar a esa persona definitivamente de tu vida: traza un plan de acción y síguelo.

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