Autor: John D. Moore, Psicólogo, profesor de psicología y ciencias de la salud en la American Public University www.mental-health-matters.com


Estás manteniendo una relación con un hombre verbalmente abusivo cuando:

  • Estar enamorada significa tener que soportar sus despiadados insultos
  • Expones la mayoría de tus comentarios con miedo a cómo responderá él
  • Disculpas su errático temperamento, permites sus humillaciones o soportas su versión del "tratamiento de silencio"
  • Crees que puedes trabajar con él para cambiar de algún modo su comportamiento, con la esperanza de que llegue a tratarte con respecto
  • llegas a creer que eres realmente todas las cosas horribles que te ha llamado, como fea, gorda, egoísta o estúpida
  • Y cuando sus insultos te han llevado a poner en riesgo tu salud emocional o física, o has llegado a odiarte a ti misma, entonces estás completamente implicada con un hombre verbalmente abusivo.

Tal vez estás leyendo esto porque estás cansada de ser maltratada por tu pareja, quien parece estar haciendo todo lo posible para hacer que te sientas enfadada, asustada, humillada o deprimida. Si este es el caso, entonces este artículo está escrito para ti. Si eres un familiar o amigo de la persona en cuestión, este artículo requerirá una gran honestidad respecto a su situación, de modo que está escrito también para ti.

Antes de continuar, me gustaría aclarar que el abuso verbal no se limita sólo a los hombres. En realidad, cualquiera es capaz de abusar verbalmente de otra persona, independientemente de su sexo, orientación sexual, o la naturaleza de la relación que hay entre ellos. Esto significa que un marido puede maltratar verbalmente a su esposa, una chica puede maltratar verbalmente a su novio, o una persona significativa puede abusar verbalmente de su pareja. Tal vez es este el motivo por el que considero que el abuso verbal es un destructor de la igualdad de oportunidades: un destructor de la autoestima, la felicidad y, lo más importante, de la propia identidad personal. Sin embargo, desgraciadamente, las mujeres han sido las principales víctimas de esta insidiosa forma de maltrato, principalmente a manos de sus parejas masculinas. Esto es debido, en gran parte, a las duraderas aunque erróneas normas sociales que han relegado a las mujeres a injustos roles de subordinación que han permitido a los hombres estos comportamientos nocivos. Y aunque los tiempos están cambiando, aún sigue existiendo este desequilibrio.

La palabra abuso referida a las relaciones personales puede resultar aterradora. Suscita imágenes mentales de alguien agrediendo físicamente a una víctima indefensa para infligirle el máximo daño. De hecho, cuando escuchamos esto lo esquivamos con decisión, volviendo nuestra atención hacia otra parte y creyendo que "no podría sucederme a mí". Pero si eres completamente honesta acerca de tu situación; honesta respecto a los insultos, respecto al modo cruel en que te trata, entonces la palabra abuso adquirirá un significado totalmente nuevo.

Síndrome del abuso verbal

Tras un periodo de tiempo, las personas que mantienen una relación con un hombre verbalmente abusivo, acaban desarrollando un grave trastorno que yo denomino el "síndrome del abuso verbal". Independientemente de los matices de sus relaciones concretas o de si el tiempo pasado con la persona amada fue largo, corto o se trata de una relación en curso, estas víctimas comparten un vínculo común. El síndrome del abuso verbal no significa tener un defecto mental, ni tener una enfermedad que amenaza la vida, ni ser infectado con algún virus. Significa que el abuso verbal a través del tiempo comienza finalmente a agotar emocionalmente a una persona, progresando hasta un punto en que la víctima acaba perdiendo su autoestima.

Significa que la persona empieza a creer que realmente hay algo malo en su personalidad y que es todas las cosas horribles que la han llamado. Significa vivir con miedo y consintiendo la brutal conducta de su pareja. Y, por último, significa vivir con un enorme sentimiento de culpa y odio hacia sí misma.

¿Cómo puedes saber si estás sufriendo el síndrome del abuso verbal?

Considera las doce características siguientes y compáralas con tu situación.

1. Debido al constante abuso verbal de tu pareja hacia ti, tienes una autoestima muy baja y te criticas a ti misma cada vez más.

2. Debido a que has unido tu felicidad a él, tienes miedo de que te deje, de modo que accedes a sus peticiones y te comportas como él desea.

3. A menudo, las palabras despectivas que te dirige van acompañadas de otras conductas abusivas, como la negligencia emocional, humillación o actos violentos. Esto a menudo te hace sentir sola y aislada.

4. Revisas tus palabras y acciones, temiendo la posibilidad de abuso presente o futuro.

5. Debido a que repetidas veces te ha menospreciado con palabras como fea, gorda, estúpida, sucia, puta u otras similares, comienzas a pensar que tal vez sea cierto.

6. Debido a que se enfada cada vez que pasas tiempo con amistades o familiares, te has aislado y alejado emocionalmente de personas que una vez fueron importantes para ti.

7. En un intento de manejar el sufrimiento que padeces, puedes recurrir a la comida, el alcohol, las drogas u otras sustancias para aliviar el dolor.

8. Sintiendo que estás en un constante estado de estrés, puedes tener dolores de espalda inexplicables. Puedes padecer también trastornos gastrointestinales, incluyendo el reflujo gástrico, estreñimiento, diarrea o malestar general en el estómago.

9. Has perdido interés en cosas que una vez fueron importantes en tu vida.

10. Intentas convertirte en su consejera o terapeuta.

11. Debido a que no eres capaz de controlar sus conductas, intentas controlar a otros, lo que da lugar a respuestas airadas.

12. Generalmente te sientes físicamente exhausta, y a veces encuentras difícil llevar a cabo tus actividades diarias.

Si los rasgos y características mencionadas aquí arriba describen tu situación personal, puede ser hora de buscar ayuda. Existen muchos recursos para ayudar a las víctimas de abuso a trabajar en sus sentimientos y emociones. Lo importante es que empieces a buscar ayuda y reparar el daño que te han causado. Ten en cuenta que el abuso emocional no se da en el vacío; es decir, otras conductas que acompañan a las palabras airadas y acciones dirigidas hacia ti. Algunas de estas conductas incluyen el abuso físico y la violencia directa.

Otras conductas pueden incluir el alcoholismo o abuso de drogas. Asegúrate de compartir esto con la persona que te está tratando para que pueda entender totalmente tu situación. Como le digo a mis clientes, cuando buscas ayuda ya la estás obteniendo.