Autora: Ana Muñoz


Levantarse por la mañana y prepararse para ir al colegio implica una serie de conductas, como despertarse, levantarse de la cama, lavarse, vestirse, desayunar, etc. Las estrategias a utilizar dependen de la edad de los niños:

1. Niños de 2 y 3 años. A esta edad los niños aún van a necesitar ayuda para levantarse y vestirse y tú deberás ser responsable de que lleve las cosas que necesitará para la guardería. Por tanto, a esta edad te limitarás a elogiar sus esfuerzos y aquello que haga bien, para reforzar las conductas positivas.

2. Niños de 4 y 5 años. A esta edad puedes utilizar un sistema simple de economía de fichas. Debes utilizar sólo dos o tres conductas que los niños deben realizar bien para conseguir la ficha o punto. Por ejemplo, levantarse de la cama, lavarse los dientes y vestirse (u otras tres conductas que quieras que realice). Puedes combinar esta estrategia con el uso de un temporizador de cocina (la técnica del reloj). Programas el reloj para que suene a los 15 minutos. En ese tiempo, el niño/a deberá estar vestido y listo para empezar a desayunar si quiere conseguir los puntos.

3. Niños de 6 a 8 años. A esta edad puedes usar también la técnica de economía de fichas, pero podrás introducir hasta 5 conductas que deberá realizar, pudiendo conseguir una ficha o punto por cada una.

Acompaña siempre los puntos conseguidos de elogios, como "Qué rápido te has vestido hoy". Si los niños no consiguen ningún punto, simplemente diles: "Hoy no has conseguido ningún punto, espero que tengas más suerte mañana", y nada más (ni sermones, ni enfados, tan solo deja que aprenda de la consecuencias de no hacer lo que debe, que, en este caso, consisten en no lograr ningún punto).

Algunas personas prefieren incluir el desayuno dentro de las conductas que forman parte de la economía de fichas, pero en otros casos, prefieren que el desayuno esté aparte, o dejar que desayunen viendo la tele como un premio adicional por estar listos a tiempo.

4. Niños de 9 años en adelante. A esta edad, la mayoría de los niños se sentirán avergonzados por llegar tarde a clase y tener que dar explicaciones al profesor, sin una nota de sus padres para explicar el retraso. Incluso aunque digan que les da igual llegar tarde, esto no tiene por qué ser cierto. Por tanto, la mejor estrategia es dejar que aprendan a través de las consecuencias naturales de su comportamiento.

Primero les explicarás que a partir de ahora, ellos van a a ser responsables de despertarse, levantarse de la cama y estar listos a tiempo y tú no los vigilarás ni les meterás prisa ni les dirás nada al respecto. Tendrán su propio despertador y si se vuelven a dormir después de que haya sonado, no harás nada en absoluto, sino que lo dejarás llegar tarde a clase.

Para usar esta estrategia, debes estar preparado/a, pues es posible que durante los primeros días llegue tarde y tenga que sufrir las consecuencias de llegar tarde para empezar a hacerse responsable de llegar a tiempo. Por tanto, deberás estar preparado para no hacer nada, aunque te resulte difícil. Cuando se le haga tarde, no digas nada como "Te lo advertí", ni des sermones. Tan solo deja que aprenda de las consecuencias, que pueden ser diversas, como perder el autobús y tener que ir andando o que los lleves tú pero llegar tarde, tener que dar explicaciones al profesor, etc.