Autora: Ana Muñoz

La comida que tomamos puede ser uno de los principales desencadenantes del reflujo gastroesofágico.

Este problema ocurre cuando el esfínter esofágico (pasaje que conecta el esófago con el estómago) se relaja y la comida retrocede desde el estomago al esófago.

También puede producirse cuando el estómago produce demasiado ácido o por la existencia de gas. Así mismo, comer demasiado o acostarse con el estómago lleno puede también propiciar el reflujo.

Por otro parte, tanto la obesidad como el tabaco favorecen la aparición de este problema, así como el embarazo y algunas enfermedades.

Síntomas

Los síntomas pueden ser lo siguientes:

  • Una sensación de ardor en el pecho que a veces llega hasta la garganta, junto con un sabor amargo en la boca.
  • Dolor en el pecho.
  • Problemas para tragar (disfagia).
  • Tos seca.
  • Dolor de garganta.
  • Regurgitación de comida o líquido ácido.
  • Sensación de nudo en la garganta.

Entre los alimentos que pueden favorecer que le esfínter esofágico se relaje, se encuentran los siguientes:

  • Fritos y alimentos con alto contenido en grasa
  • Mantequilla y margarina
  • Mayonesa
  • Salsas cremosas
  • Aliños de ensalada
  • Productos lácteos elaborados con leche entera.
  • Chocolate
  • Menta
  • Bebidas con cafeína

Alimentos que pueden estimular la producción de ácido:

  • Bebidas con cafeína
  • Bebidas carbonatadas
  • Alcohol
  • Especias
  • Cítricos
  • Zumo de tomate