Autora: Ana Muñoz


La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune. En este tipo de enfermedad, el sistema inmunitario de una persona (el sistema responsable de luchar contra la enfermedad) ataca equivocadamente al propio cuerpo de la persona.

En la AR, las partes atacadas son las articulaciones. Las razones por las que esto sucede son complejas y no se entienden completamente. La artritis reumatoide provoca dolor, inflamación hinchazón y rigidez en las articulaciones de una persona, así como problemas en su funcionamiento.

Sin embargo, la AR afecta a las personas de diferentes maneras, en cuanto a los síntomas que padecen, su gravedad, y el tiempo que duran. La AR se diferencia de otros tipos de artritis (como la osteoartritis):

Ocurre generalmente en un patrón simétrico; por ejemplo, si se afecta una mano, la otra generalmente se verá también afectada.

La AR afecta a menudo a las muñecas y los dedos, aunque puede afectar a otras partes del cuerpo.

Es una enfermedad autoinmune que afecta el cuerpo entero. Una persona con AR puede sentirse cansada y débil, tiene fiebre ocasionalmente, pérdida de apetito, pérdida de peso, y malestar general.

¿Por qué utilizar las medicinas alternativas para tratar la artritis reumatoide?

Entre las muchas razones que llevan a una persona a utilizar las terapias alternativas se encuentran las siguientes:

El tratamiento convencional no está funcionando tan bien como desearían.

Un deseo de un mayor alivio de los síntomas y/o discapacidad.

Debido a los efectos secundarios del tratamiento farmacológico convencional.

Un deseo de reducir el estrés que surge de vivir con una enfermedad crónica y afrontarla mejor.

Lei Gong Teng

Se trata de una planta usada en medicina tradicional china cuyo nombre botánico es Tripterygium wilfordii. Es una vid de hoja perenne natural de China, Japón y Corea. Las preparaciones hechas con la raíz pelada de esta planta se han utilizado en medicina china tradicional para tratar enfermedades inflamatorias y autoinmunes. También se ha utilizado para matar insectos en campos de cultivo.

Eficacia y seguridad

Se ha comprobado cierta actividad antiinflamatoria e inmunosupresora en estudios de laboratorio realizados con animales. El primer ensayo clínico en los Estados Unidos (los anteriores fueron hechos en China) fue realizado en el Southwestern Medical Center de la universidad de Texas y en los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health o NIH). Sus resultados fueron publicados en el año 2002. La investigación se realizó con 21 pacientes para quienes el tratamiento convencional no había funcionado. El 80 % de los que recibieron una alta dosis de extracto del Lei Gong Teng y el 40 % de los que recibieron una dosis baja experimentaron una mejora en sus síntomas y funcionamiento físico. Nadie en el grupo del placebo mejoró. Se necesitarían más estudios para confirmar estos resultados y conocer mejor esta planta.

Algunas partes de la planta son peligrosas. Las hojas, las flores, el tronco principal, y la parte que cubre la raíz son venenosos, hasta el punto de poder causar la muerte. Una persona nunca debería medicarse por sí misma con esta planta.

Actualmente, no existen productos de alta calidad elaborados con esta planta. Aunque pueden obtenerse preparados en países como China, no es posible verificar si son seguros y eficaces, por lo que se aconseja no utilizarlos hasta que existan preparados fiables.

Si se toma durante mucho tiempo esta planta puede disminuir la densidad de los huesos en las mujeres. Si se toma en altas dosis puede suprimir el sistema inmunitario y aumentar los efectos de los fármacos inmunosupresores.

El extracto del TGV hecho para el estudio del NIH fue bien tolerado por los participantes en el estudio. Sin embargo, pueden aparecer efectos secundarios como trastornos del estómago, diarrea, erupciones en la piel, cambios en los períodos menstruales, y pérdida de pelo.

Ácido gamma linoleico

Es un ácido graso omega-6 que se encuentra en los aceites de algunas semillas vegetales, incluyendo la primavera nocturna (Oenothera biennis), la borraja (Borago officinalis), y la grosella negra (Ribes nigrum). El cuerpo puede utilizar este aceite para elaborar sustancias que reduzcan la inflamación.

Eficacia y seguridad

Una revisión hecha en el año 2000 por Cochrane Collaboration analizó siete estudios que investigaron este aceite (aceites de primavera nocturna, borraja, y grosella negra). Los autores dijeron que era difícil sacar conclusiones de dichos estudios. Sin embargo, afirmaron que los mejores estudios mostraban un alivio potencial para el dolor, la rigidez matinal, y la sensibilidad al tacto o presión.

Pueden darse efectos secundarios. En primer lugar, estos aceites pueden afectar ciertas enfermedades médicas e interactuar con los medicamentos prescritos. Específicamente:

Algunas preparaciones de aceite de semilla de borraja contienen alcaloides de pirrolizidina (PA) que puede dañar el hígado o empeorar una enfermedad hepática. Solamente deben utilizarse los preparados que se certifican y etiquetan como libres de PA.

El aceite de la borraja y el aceite de primavera nocturna pueden aumentar el riesgo de hemorragias y hematomas, especialmente en personas que toman fármacos que hacen la sangre menos densa, como la aspirina, clopidogrel, antiinflamatorios no esteroideos, o warfarin.

El aceite de primavera nocturna puede causar problemas en personas que toman fármacos para enfermedades psiquiátricas, como clorpromazina o proclorperazina.

Los efectos secundarios de estos aceites incluyen náuseas, diarrea, heces blandas, gas intestinal, eructos, e hinchazón del estómago.

Aceite de pescado

El aceite de pescado contiene altas cantidades de dos ácidos grasos omega-3: EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico). El cuerpo puede utilizar el omega-3 para fabricar sustancias que reducen la inflamación.

Eficacia y seguridad

Existe evidencia procedente de cierto número de estudios sobre la utilidad potencial de los suplementos de aceite de pescado o de omega-3 para tratar diversos aspectos de la artritis reumatoide, como el número de articulaciones afectadas, la rigidez matinal, y la necesidad de usar antiinflamatorios. Sin embargo, es necesaria más investigación para responder a varias preguntas, incluyendo cuál sería la dosificación o duración del tratamiento más eficaz, o qué pacientes se beneficiarían más.

En algunas personas, las altas cantidades de omega-3 que están presentes en el aceite de pescado aumenta el riesgo de hemorragias y afecta al tiempo que tarda la sangre en coagularse. Los suplementos de aceite de pescados interactúan con los medicamentos para la hipertensión, de modo que tomarlos juntos puede reducir la presión arterial excesivamente.

Ciertas especies de pescados pueden contener altos niveles de contaminantes, como mercurio del ambiente, de modo que sus aceites podían plantear cierto riesgo para la salud, especialmente para las mujeres embarazadas o los niños. La persona que decide utilizar el aceite de pescado debe buscar productos hechos de pescados con los niveles más bajos de mercurio. En estudios hechos por el gobierno de los estados Unidos se ha visto que los pescados con los niveles más altos de mercurio son el tiburón, el pez espada y la caballa

El aceite del hígado de pescado contiene más vitamina A que la dosificación diaria recomendada, lo cual podría causar problemas.

Generalmente, con dosis bajas de aceite de pescado, los efectos secundarios son suaves y pueden incluir un regusto a pescado, eructos, problemas de estómago, o náuseas.

Algunas plantas que pueden ser de utilidad los las siguientes

-Jengibre
-Curcumina (un componente de una especia llamada cúrcuma)
-Boswelia (también llamada incienso indio)

Estas plantas se han utilizado en la medicina Ayurveda para tratar enfermedades inflamatorias.

El sulfato de glucosamina y el sulfato de condroitina

Ambos son suplementos dietéticos populares para la artritis. Se venden por separado, conjuntamente, o en otras combinaciones. La glucosamina es una sustancia que se encuentra en el líquido alrededor de las articulaciones. Puede también obtenerse de las cáscaras del camarón, la langosta, y el cangrejo, o fabricarse en laboratorio. El cuerpo utiliza la glucosamina para fabricar y para reparar el cartílago, un tejido flexible pero firme que cubre los extremos de huesos. Los protege de los frotamientos entre ellos, y absorbe la fuerza de los impactos.

La condroitina es una sustancia que se encuentra en el cartílago situado alrededor de las articulaciones. Como suplemento, se obtiene de fuentes tales como tiburones y ganado.

Eficacia y seguridad

Ambas han demostrado efectos antiinflamatorios en los estudios con animales. En seres humanos, se han estudiado solamente para la osteoartritis, no para la artritis reumatoide, aunque puede suponerse que si resulta útil para un tipo de artritis puede serlo para el otro. Los estudios para la osteoartritis encontraron un beneficio modesto. Sin embargo, se han observado algunos defectos de diseño en esos estudios, por lo que no hay una evidencia clara.

Tanto la glucosamina como la condroitina parecen ser seguras pare la mayoría de las personas.

La glucosamina puede empeorar el asma y puede incrementar los niveles azúcar y de insulina en sangre en personas con diabetes. No produce problemas en las personas alérgicas a los mariscos, ya que dichas alergias suelen ser a la proteína de la carne del marisco, no al material con el que se hacen los suplementos de glucosamina.

La condroitina puede empeorar el asma (con una respuesta alérgica), los desórdenes de coagulación de la sangre, y el cáncer de próstata.

Ambos productos pueden producir efectos secundarios leves.

Acupuntura

Los estudios realizados han demostrado que la acupuntura puede ayudar a aliviar el dolor asociado a la osteoartritis. Sin embargo, no se sabe mucho sobre su eficacia para los síntomas de la artritis reumatoide.

La acupuntura no presenta efectos secundarios o estos son mínimos y prácticamente no presenta complicaciones. Si una persona decide utilizar la acupuntura, es importante que acuda a un médico licenciado y certificado, pues las complicaciones que han ocurrido se han debido generalmente a un entrenamiento inadecuado del médico.

Hidroterapia

Se ha realizado un pequeño número de estudios controlados para valorar la efectividad de la hidroterapia en el tratamiento de la artritis reumatoide, basado principalmente en los tratamientos de baños de mar utilizados en el área del mar muerto, en Israel. La mayoría de estos estudios muestran beneficios. Sin embargo, hay algunas dudas acerca de la calidad de estos estudios, y no se considera probado que la hidroterapia por sí misma proporcione beneficios. Son necesarios más estudios.

La hidroterapia se considera segura para la mayoría de las personas.

Homeopatía

Se han realizado pocas investigaciones rigurosas sobre el efecto de la homeopatía en el tratamiento de la artritis reumatoide, aunque parecen indicar que el efecto de la homeopatía es mayor que el efecto placebo para las enfermedades reumáticas. Aún son necesarios más estudios.

La homeopatía se considera segura y no suele causar efectos secundarios. No interfieren con la medicación farmacológica convencional.

Técnicas mente-cuerpo

Estas técnicas se centran en las interacciones que existen, tanto en la salud como en la enfermedad, entre la mente, las emociones, el cuerpo como un todo, y varios sistemas corporales (como los sistemas inmunitario, nervioso, y endocrino). Algunas técnicas de mente-cuerpo son parte de las tradiciones curativas antiguas, otras han emergido en épocas recientes. Ejemplos de estas técnicas incluyen la meditación, el tai chi, las técnicas de relajación, y la espiritualidad.

Eficacia y seguridad

Los resultados de las investigaciones indican que estas terapias pueden ser adiciones eficaces al tratamiento y manejo de la artritis, incluyendo la artritis reumatoide y el dolor.

Un grupo de investigadores realizó un análisis de 25 estudios sobre la efectividad de estas técnicas. Observaron que las prácticas mente-cuerpo condujeron a mejoras significativas en el dolor de la artritis reumatoide, incapacidad, estado psicológico general, capacidad de afrontamiento, y creencia en su propia capacidad de manejar las situaciones (auto-eficacia). Estas terapias parecían ser más provechosas para personas que tenían artritis reumatoide por un período de tiempo más corto, que para quienes llevaban mucho tiempo con la enfermedad.

La espiritualidad puede ayudar a personas con artritis reumatoide en su calidad de la vida, capacidad de afrontamiento, y sus sentimientos acerca de su salud, aunque la investigación ha sido limitada hasta ahora. Un estudio realizado en 2003 en la universidad de Johns Hopkins con personas con artritis reumatoide moderada encontró que los que tenían "trascendencia" espiritual tenían más felicidad, alegría, y opiniones positivas sobre su propia salud, independientemente de la severidad de su enfermedad. (La trascendencia espiritual se definió como el deseo de conexión con una realidad trascendente y capacidad para situarse fuera de su sentido inmediato de tiempo y lugar y ver la vida desde una perspectiva más amplia y desapegada).

Ha habido algunos estudios sobre la efectividad del tai chi en la artritis reumatoide. Estos estudios han tenido resultados contradictorios; algunos encontraron una mejora en el funcionamiento diario y ciertos síntomas, pero otros no. Un estudio del NCCAM (National Center for Complementary and Alternative Medicine) encontró una mejoría en el funcionamiento físico y la inmunidad en ancianos sanos.

Este tipo de terapias no conlleva riesgos y pueden aprenderse para realizarlas en los lugares y horas que cada persona desee.