Autora: Ana Muñoz

La EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) es una enfermedad respiratoria progresiva que se caracteriza por una obstrucción persistente del flujo de aire, generalmente causada por una combinación de bronquitis crónica y enfisema. Su causa principal es el tabaquismo, ya que entre el 80 y el 90 % de los pacientes son fumadores o exfumadores. También pueden influir otros factores, como la exposición a humo de leña o biomasa, contaminantes laborales o una predisposición genética.

¿En qué consiste la EPOC?

En la EPOC se produce una inflamación de los bronquios y bronquiolos, con secreción excesiva de moco, que contribuye a la obstrucción de las vías aéreas menores de 2 milímetros.

La bronquitis crónica se define por tos y expectoración durante más de tres meses al año, por más de dos años consecutivos.

El enfisema consiste en un agrandamiento anormal de los espacios aéreos distales a los bronquiolos terminales, que se acompaña de destrucción de la pared alveolar (los bronquios se ramifican para formar bronquiolos, los cuales a su vez se ramifican formando bronquiolos terminales. Al final de esta ramificación se encuentran los alveolos pulmonares).

Síntomas

Los primeros síntomas son tos y expectoración de moco. La presentan la mitad de los fumadores que han consumido tabaco durante más de 10 años. A menudo, consideran estos síntomas como "normales" y no son reconocidos como manifestaciones de enfermedad. El moco es de color blanquecino y se expulsa sobre todo por la mañana, después de levantarse. Después puede aparecer la disnea (dificultades para respirar).

A veces se acompaña de sibilancias. Esta sibilancia no es episódica, como en el asma, sino que está siempre presente y empeora con los cuadros catarrales e infecciones bronquiales. Los pacientes suelen acudir al médico cuando la disnea interfiere en la actividad cotidiana, lo cual ocurre cuando ya existe una gran pérdida de la función pulmonar. En los estadios avanzados de la enfermedad puede haber pérdida de apetito y de peso.

Causas

La causa principal es el humo del tabaco, que lesiona el pulmón, causando una inflamación de los bronquiolos. El infiltrado inflamatorio causa engrosamiento de la pared y obstruye el paso del aire.

En la destrucción de los alveolos contribuyen varios factores, entre ellos:

  • Los radicales libres de oxígeno, presentes en el humo del tabaco, pueden destruir las células del pulmón.
  • La misma reacción inflamatoria persistente puede contribuir a dicha destrucción.

Al obstruirse el paso del aire, se produce una contracción de las arterias. Este mecanismo permite reducir el flujo sanguíneo en las unidades alveolares donde llega poco oxígeno, de modo que así se mantiene el equilibrio en la relación entre ventilación y flujo sanguíneo (la cantidad de sangre que llegue al alveolo ha de ser similar a la cantidad de oxígeno que llega a dicho alveolo). Sin embargo, esta contracción vascular ocasiona hipertensión pulmonar y provoca cambios morfológicos permanentes en las arterias pulmonares.

Evolución de la EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica presenta un curso lento y progresivo, que suele avanzar a lo largo de varios años. En sus fases iniciales, los síntomas pueden ser leves o incluso pasar desapercibidos, lo que dificulta su diagnóstico temprano. Sin embargo, con el tiempo la obstrucción del flujo aéreo empeora, provocando un deterioro significativo de la función pulmonar.

Uno de los rasgos distintivos de la evolución de la EPOC es la aparición de exacerbaciones: son episodios agudos en los que los síntomas respiratorios se intensifican bruscamente (aumento de la disnea, tos, producción de esputo, etc.). Las exacerbaciones pueden estar provocadas por infecciones respiratorias, contaminación ambiental u otros factores irritantes. Son eventos graves, ya que pueden provocar un empeoramiento rápido de la función pulmonar y llevar a una insuficiencia respiratoria aguda, especialmente en pacientes en fases avanzadas. En algunos casos, estas crisis comprometen la vida del paciente y requieren hospitalización.

Complicaciones a largo plazo

Si la EPOC no se controla adecuadamente y progresa durante años, pueden aparecer complicaciones sistémicas como consecuencia del deterioro pulmonar crónico:

1. Cor pulmonale e insuficiencia cardíaca derecha. La destrucción progresiva del tejido pulmonar y la hipoxia crónica provocan vasoconstricción de los vasos pulmonares, lo que aumenta la presión en la circulación pulmonar. Este aumento de la presión obliga al ventrículo derecho del corazón a trabajar más para bombear sangre hacia los pulmones. Con el tiempo, esta sobrecarga provoca una dilatación y debilitamiento del ventrículo derecho, lo que se conoce como cor pulmonale.

El cor pulmonale puede evolucionar hacia una insuficiencia cardíaca derecha, caracterizada por retención de líquidos, edemas en piernas, congestión hepática y fatiga generalizada. Es una de las principales causas de descompensación en pacientes con EPOC avanzada.

2. Alteraciones del epitelio respiratorio y riesgo de cáncer. El epitelio que recubre las vías respiratorias sufre cambios progresivos debido a la inflamación crónica, el contacto continuo con agentes irritantes (como el humo del tabaco) y las infecciones repetidas. Este proceso puede llevar a metaplasia (sustitución de un tipo de célula por otra más resistente), displasia (alteraciones celulares precancerosas) y, finalmente, al desarrollo de carcinoma broncogénico, especialmente en fumadores de larga data.

De hecho, la EPOC es un factor de riesgo independiente para el cáncer de pulmón, incluso en pacientes que han dejado de fumar. Se estima que entre el 20 y el 30 % de los pacientes con EPOC desarrollarán cáncer pulmonar a lo largo de su vida.

Pronóstico

Con un diagnóstico precoz, tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, como adherencia al tratamiento y abandono del tabaco, muchas personas con EPOC pueden mantener una buena calidad de vida durante años. No obstante, en sus fases más avanzadas, la enfermedad puede llevar a una insuficiencia respiratoria crónica e incluso a la necesidad de oxigenoterapia continua.

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