Autora: Ana Muñoz

La hipnosis es un estado en el que la persona hipnotizada está totalmente abierta a la sugestión y con una capacidad aumentada para centrar su atención. Por este motivo, se ha utilizado para eliminar conductas indeseadas, como el hábito de fumar.

Una sesión de hipnoterapia comienza con el terapeuta induciendo una relajación en el paciente, que va haciendo cada vez más profunda hasta llegar al estado de hipnosis. Después, el terapeuta le sugiere diversos modos para alcanzar su meta de dejar de fumar.

En sus casas, los pacientes pueden practicar la autohipnosis para fortalecer las sugestiones del terapeuta y para relajarse. Dado que el estrés a menudo te empuja a fumar más, la relajación puede ayudarte a tener menos ansias de tabaco.

Por desgracia, la hipnosis no funciona con todo el mundo. Hay personas que no son susceptibles a la hipnosis y, por tanto, no es posible hipnotizarlas; como mucho, puede conseguirse que se relajen, pero eso es insuficiente para dejar de fumar.

Sin embargo, las personas capaces de caer en un completo estado de hipnosis pueden encontrar esta técnica muy útil para dejar de fumar definitivamente. Con una sola sesión de hipnosis puedes saber si eres susceptible o no. Si al primer intento no logras ser hipnotizado, no vale la pena que sigas intentándolo, y tal vez funcionen contigo técnicas basadas más en tu propio autocontrol que en la sugestión externa. No obstante, siempre puedes probar la autohipnosis.