Autora: Ana Muñoz


La insatisfacción en el trabajo puede deberse a diversas causas:

  • Trabajo repetitivo que produce aburrimiento.
  • Una gran cantidad de trabajo con salario bajo.
  • Síndrome de estar quemado (burnout) debido al estrés excesivo.
  • Demasiados años en el mismo trabajo, de manera que ya no supone un reto.
  • Falta de formación que impide ascender a puestos superiores.
  • Realizar un trabajo que está por debajo de tus habilidades o formación.
  • Muy poco tiempo libre.
  • Ambiente laboral que no tiene en cuenta las necesidades y sugerencias de los empleados.
  • Ambiente laboral autoritario, con gran cantidad de hostilidad.
  • Bajo prestigio y estatus debido al tipo de trabajo realizado.

A pesar de que muchas personas no están satisfechas con sus trabajos, permanecen en ellos sin hacer cambio alguno. En algunos casos, esto se debe a un punto de vista pesimista, que les lleva a pensar que no van a encontrar nada mejor. Otras personas, en cambio, permanecen en puestos insatisfactorios debido a la seguridad que les da saber que cuentan con una paga fija. No obstante, la productividad de estas personas decrece con los años. Aceptan un bajo salario u otros aspectos negativos de su trabajo, a cambio de la seguridad de tener un puesto fijo. Son el tipo de personas que se enfrentan a la infelicidad que les da su trabajo contando los días para las vacaciones o para su jubilación.

Para otras personas, dejar un trabajo insatisfactorio puede suponer un riesgo debido a que han de mantener una familia, pagar hipotecas u otras deudas, etc., y necesitan tener esa seguridad que les aporta un trabajo fijo, aunque resulte insatisfactorio.

Muchas personas parecen no darse cuenta de que sí tienen opciones y pueden hacer elecciones para cambiar sus carreras. Al creer que no tienen más opción que seguir donde están o que no hay nada mejor para ellos, permanecen realizando el mismo trabajo sin intentar ningún cambio, y sin llegar a creer que sus vidas podrían ser mejores. Por tanto, el primer paso para poder realizar un cambio consiste en creer que sí tienes opciones y que es posible, pues eso es lo que te lleva a dar el segundo paso: ponerte en marcha para analizar opciones, posibilidades, recursos con los que cuentas, etc. A veces, por falta de conocimiento, no sabemos con qué opciones contamos hasta que nos ponemos en marcha y, por el camino, vamos descubriendo posibilidades que antes desconocíamos y se nos van abriendo puertas que creíamos cerradas para nosotros (como la persona que piensa que jamás le darán una hipoteca hasta que se pone en marcha y descubre que hay muchas opciones para conseguirla que desconocía).

En otros casos, una persona puede sentirse insatisfecha porque no sabe lo que quiere y tal vez nunca lo haya sabido, de modo que ha aceptado el primer trabajo que ha salido a su paso. Si una persona no sabe lo que quiere, difícilmente se va a sentir satisfecha en el trabajo que realiza.

Soñará con hacer algo mejor, que la llene y la motive, y tal vez cambie de trabajo con frecuencia, intentando descubrir el trabajo "perfecto". El error de estas personas consiste en que buscan en el exterior, vagando sin rumbo definido esperando que la suerte ponga ante ellos el trabajo soñado, cuando lo cierto es que esta búsqueda ha de comenzar en el interior de uno mismo, conociéndose a uno mismo, conociendo las propias habilidades, los gustos, y luego buscar en el exterior lo que ya has encontrado en tu interior.