Autora: Ana Muñoz


En ocasiones, durante el proceso de selección de personal puede producirse algún tipo de discriminación. Ciertas preguntas deben evitarse debido a que son discriminatorias o expresan prejuicios del entrevistador. Por ejemplo, no debe hacerse preguntas acerca de la nacionalidad, creencias religiosas, raza u orientación sexual de los aspirantes al puesto de trabajo. Tampoco deberían hacerse preguntas acerca de las asociaciones o clubes a los que pertenece ni pedirles que envíen fotografías con sus solicitudes.

Entre los grupos de personas que pueden ser víctimas de discriminación se encuentran los siguientes:

Las personas más mayores

La mayoría de los empresarios prefieren contratar a personas jóvenes, tendiendo a rechazar a quienes superan los 40 años de edad, a pesar de que existen numerosas investigaciones que demuestran que las personas más mayores son más productivas, faltan menos al trabajo y tienen una menor probabilidad de dejar el trabajo. Los trabajadores más jóvenes, sobre todo aquellos en su primer trabajo, tienen una mayor tendencia a sentirse insatisfechos y a dejar el trabajo, debido a que su falta de experiencia les hace tener una visión poco realista de lo que es el mundo laboral.

Por otra parte, cuando comparamos la salud, el nivel de energía, o las capacidades mentales de ambos grupos de edad, no se encuentran diferencias.

Personas con discapacidad

Los trabajadores con algún tipo de discapacidad pueden necesitar que ciertos aspectos del ambiente de trabajo se modifiquen para adaptarse a ellos y algunos empresarios se resisten a hacer los cambios necesarios. Además, dichas modificaciones pueden crear resentimiento entre los compañeros, como la persona con lupus a quien se le permite sentarse mientras sus compañeros han de trabajar de pie.

No obstante, las investigaciones realizadas muestran que las personas con discapacidad son tan productivas como el resto de las personas y la reticencia de los empresarios a contratarlas se debe más a una falta de información que a motivos reales. Por tanto, el psicólogo industrial encargado del proceso de selección puede proveer a la empresa con la información necesaria, reduciendo así este tipo de discriminación.

Discriminación hacia las mujeres

Las mujeres pueden ser víctimas de discriminación por diversos motivos. En algunos casos son discriminadas por desear realizar una profesión considerada tradicionalmente masculina.

En otros casos, la discriminación se debe a prejuicios contra las mujeres. Sin embargo, una investigación realizada con 291 empresas y otra realizada con 410 empresas (Kravitz, 2003), muestran que "la participación de las mujeres produce un efecto general positivo en el rendimiento de la empresa" y que los ingresos de las empresas "son más altos cuando las mujeres constituyen el 50% de los empleados". Por tanto, la diversidad de género contribuye al éxito de la empresa.

Orientación sexual

La discriminación debido a la orientación sexual puede hacer que los trabajadores homosexuales se sientan menos insatisfechos, tengan mayores niveles de ansiedad y rindan peor en el lugar de trabajo. Cuando gays y lesbianas trabajan en una empresa que se preocupa de que no exista este tipo de discriminación y donde pueden reconocer públicamente su orientación sexual sin problemas, se sienten más satisfechos con el puesto de trabajo y más comprometidos con la empresa, lo cual a su vez, beneficia a dicha empresa.

Atractivo físico

El atractivo físico de una persona puede afectar su probabilidad de ser aceptado para el puesto o de conseguir un ascenso. Las personas más atractivas son vistas de un modo más favorable, y se les tiende a atribuir más cualidades positivas que a las personas menos agraciadas físicamente. A las personas atractivas se las percibe como más sociables, más equilibradas y más dominantes.

La diversidad en el lugar de trabajo

A pesar de los prejuicios de algunas personas hacia individuos de otras razas o nacionalidades, lo cierto es que las investigaciones muestran que la diversidad, tanto étnica como de género, favorece a la empresa, pues permite que existan diferentes perspectivas a la hora de solucionar problemas y da lugar a la generación de ideas de mejor calidad. Las empresas que se esfuerzan para evitar la discriminación suelen tener unos beneficios mayores.