Autora: Ana Muñoz


La idea de que el ser humano solo usa el 10 % de su cerebro es una idea muy extendida entre la población general. Pero, ¿es esta idea cierta?

El cerebro humano es tremendamente complejo y, a pesar de los avances de la ciencia, sigue siendo un misterio en su mayor parte, pues son aún muchas las preguntas que quedan sin respuesta en cuanto a su funcionamiento y capacidad.

Sin embargo, la idea de que una persona use tan solo el 10 % de su cerebro es tan absurda que resulta extraño que esté tan extendida. Hay quien considera que es una idea que procede de una malinterpretación de las palabras del psicólogo William James, quien dijo que "usamos solo una pequeña parte de todos nuestros posibles recursos mentales y físicos". Otros autores consideran que procede de Einstein quien, supuestamente, usó esa idea como explicación de su propia capacidad. Sin embargo, parece que la verdadera explicación podría estar en el hecho de que las neuronas solo constituyen el 10 % de las células del cerebro. El resto son células gliales.

Lo cierto es que solamente en ciertos momentos del día, como cuando estamos descansando sin hacer nada, podemos estar usando tan solo un 10 % de nuestro cerebro. En general, usamos todo el cerebro (aunque no necesariamente todas las áreas cerebrales al mismo tiempo) y la mayor parte del cerebro está activo casi todo el tiempo. Ten en cuenta que el cerebro pesa tan solo un 3% del peso corporal de una persona y, sin embargo, consume el 20 % de la energía del cuerpo; esto nos da una idea de lo mucho que este misterioso órgano trabaja día y noche.

Aunque es cierto que no todas las áreas cerebrales están activas a la vez, las técnicas de imágenes cerebrales muestran que, al igual que los músculos del cuerpo, la mayoría de las áreas están continuamente activas durante las 24 horas del día. Es decir, a lo largo del día, has usado el 100 % de tu cerebro (incluso aquellos a quienes les parece que no ha dado mucho de sí). Aún durante el sueño, áreas como la corteza frontal (que controla el pensamiento de nivel superior y la conciencia de uno mismo) o áreas somatosensoriales (que ayudan a las personas a ser conscientes del ambiente en que están) están activas.

Hasta una simple tarea como prepararte un vaso de leche por la mañana para desayunar activa áreas como los lóbulos occipital y parietal, áreas motoras y sensoriales, los ganglios basales, el cerebelo y la corteza frontal.

El misterio de las células gliales

Aunque sabemos que sí usamos todo el cerebro, no está tan claro cómo lo hacemos o de dónde procede la conciencia o cuál es la verdadera función de las células gliales, que componen el 90 % de las células del cerebro y de las que, en realidad, se sabe bastante poco. De hecho, aunque durante mucho tiempo se consideró a las células gliales como una mera estructura de soporte de las neuronas (a las que se consideraba el verdadero origen del pensamiento), en la actualidad se piensa que estas células, concretamente un tipo de células gliales llamadas astrocitos, pueden estar implicadas en el pensamiento, la imaginación y la creatividad. De hecho, ya se ha demostrado que los astrocitos se comunican, envían información a las neuronas y liberan neurotransmisores.

Según explica el neurocientífico Andrew Koob, autor del libro "The Root of Thought", en la revista Scientific American, "es obvio que los astrocitos están implicados en el procesamiento en la corteza cerebral, pero las preguntas principales son: ¿proceden nuestros pensamientos e imaginación del trabajo conjunto entre astrocitos y neuronas o están solo bajo el dominio de los astrocitos? Tal vez el papel de las neuronas sea solo el de apoyar a los astrocitos."

Por tanto, aquellos que pensaban que algún día surgiría un fármaco milagroso que ayudaría a las personas a usar el 100 % del cerebro y sus mentes se abrirían a un mundo de infinitas posibilidades, no tendrán más remedio que dejar de soñar. Ya usamos el 100 % de nuestros cerebros y no van a dar más de sí. Así que más vale que empecemos a usarlos más y mejor.