Autora: Ana Muñoz


Algunas personas parecen llevar unas vidas más exitosas y felices que otras. Cuando hablamos de éxito no nos referimos exclusivamente al éxito profesional o económico, sino al hecho de tener unas vidas satisfactorias en general y en las diversas áreas que la componen (relaciones, trabajo, familia, ocio, etc.)

La siguiente lista enumera diversas características que suelen poseer este tipo de personas y que pueden servirte como guía a la hora de construirte una vida más plena y satisfactoria.

Motivación. Se trata de personas que están dispuestas a hacer lo que haya que hacer para lograr sus metas. Es decir, no esperan que otros lo hagan por ellos, ni que el destino, el azar o la suerte satisfaga sus deseos, sino que trabajan y se esfuerzan sin pereza. En definitiva, están motivados y tienen entusiasmo para ponerse en marcha.

Compromiso. Para llevar una vida satisfactoria has de estar comprometido con lo que deseas. Eso implica, en primer lugar, saber en qué consiste y luego comprometerte realmente con ello.

Apertura. Están abiertos a nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas o de ver el mundo. No se encierran entre los estrechos márgenes de un punto de vista rígido, sino que usan su creatividad para ver las cosas desde diversos puntos de vista, tener en cuenta múltiples opciones y posibilidades, incluso aunque vayan en contra de la mayoría. Por ejemplo, la sociedad tiende a empujar a todas las personas a casarse y tener hijos, pero no todas las personas se sienten felices con esto.

Ten en cuenta también que existen otras posibilidades, otras opciones aparte de la que predomina en la sociedad y no temas ir a por ella si es lo que deseas.

Coraje. A veces es más fácil dejarse arrastrar por la corriente, por la sociedad o por los demás y vivir la vida que otros disponen para nosotros, pero es una vida que nos va a hacer infelices a la larga.

Si deseas tener una vida satisfactoria has de tener el coraje y el valor suficiente como para nadar contra corriente cuando haga falta, asumir riesgos, intentar cosas nuevas, dejar atrás posesiones, ciudades, relaciones, etc., si es necesario e incluso arriesgarte a ser rechazado o incomprendido por los demás. Ten en cuenta que tu camino en la vida (el camino que te hace feliz) puede ser muy diferente del de las personas que te rodean. No obstante, si sigues tu camino, pronto encontrarás en tu vida otras personas cuyos senderos en la vida son similares al tuyo.

Decisión. El miedo a equivocarse o a no tomar la decisión correcta puede hacer que acabes perdiendo oportunidades por no llegar a decidirte nunca. Es preferible tomar una decisión y equivocarse antes que no tomar ninguna decisión y dejarnos llevar por la corriente como si fuéramos a la deriva. Las personas con vidas satisfactorias siguen su intuición y sus emociones y toman decisiones sin pararse a pensarlo en exceso.

Deseo de aprender. Algunas personas parecen detener su aprendizaje una vez que terminan sus estudios y comienzan a trabajar. A partir de ese momento, si realizas el mismo trabajo día tras día, llega un momento en que nada nuevo te enseña dicho trabajo; si te relacionas siempre con las mismas personas, llega un momento en que nada aprendes ya de ellas, de modo que te estancas y tu vida se estanca contigo.

Por eso es importante no dejar nunca de aprender. Sé consciente de que siempre puedes mejorar y evolucionar, de que no tienes todas las respuestas y hay muchas cosas que aprender que pueden enriquecerte a ti y a tu vida. Lee libros, haz cursillos, ve a talleres, aprende cosas nuevas, conoce personas nuevas. Todo eso te ayudará a crecer y no estancarte en una monotonía vacía.

Persistencia. Si te rindes en cuanto aparece la primera dificultad, si tienes en la cabeza la absurda idea de que para ti todo en la vida debe ser fácil y cómodo o de lo contrario no vale la pena, entonces jamás lograrás nada realmente importante.

Persiste en tu lucha y, si decides rendirte, que sea porque realmente has hecho todo lo posible y has visto que no vale la pena seguir luchando por una causa perdida; en cuyo caso has de saber mirar hacia otro lado y buscar una meta más realista que alcanzar. Pero no te rindas con facilidad.

Flexibilidad. Imagina que sigues un camino y de repente te encuentras un obstáculo. La persona rígida sigue insistiendo en atravesar el obstáculo a pesar de que parece imposible, mientras que la persona flexible sabe adaptarse a esa nueva circunstancia, o buscar un atajo. Si eres flexible sabes cambiar el curso de acción cuando es necesario, y eres capaz de decir: "Este modo de hacer las cosas no me está dando resultado, voy a probar de este otro modo", mientras que la persona rígida sigue empeñada en que ese tiene que ser el modo y no hay otro diferente.

Creatividad. Si deseas tener una vida satisfactoria tendrás que crearla, de modo que usar la creatividad que todos tenemos te va a ser indispensable.

Equilibrio. Procura tener una vida equilibrada en todos los sentidos. Las personas con vidas satisfactorias y exitosas no se van de un extremo a otro, no se matan a trabajar sin descanso para luego caer en el agotamiento, no dejan de lado a sus familiares o amigos para centrarse en una sola cosa, sino que procuran que en sus vidas haya tiempo para trabajar, para divertirse, para pasar con los amigos, pareja o familia, etc. A nivel físico también mantienen este equilibrio, alimentando y cuidando su cuerpo de manera sana.

Espiritualidad. No es raro que las personas con vidas más satisfactorias y exitosas tengan bien desarrollado su lado espiritual. Piensan que su vida es algo más que el simple pasar de los días con sus rutinas o actividades diarias, que hay algo más profundo; buscan, indagan, se hacen preguntas sobre el sentido de sus vidas, buscan significados más profundos y se dejan guiar por los aspectos superiores de sí mismos. Tienen la sensación de que hay un camino para ellos, una misión en sus vidas y que en su interior se encuentra la sabiduría necesaria para no perderse.

Tener un propósito. Se trata de la convicción de que nuestras vidas tienen un propósito. Las personas con vidas más satisfactorias y exitosas han dedicado tiempo a pensar en esto, consideran que tienen un propósito en sus vidas y se han puesto en marcha para alcanzarlo.

Saber disfrutar. La vida no consiste sólo en trabajar. Es muy importante para nuestra salud y bienestar que disfrutemos de periodos de ocio y tranquilidad, sumiéndonos en actividades que nos resultan divertidas y estimulantes.

Paciencia. Construirse una vida satisfactoria lleva tiempo. Primero has de descubrir qué es lo que deseas y luego luchar por alcanzarlo. Las personas más satisfechas con sus vidas han aprendido a tener paciencia y a dejar que las cosas sucedan en su momento. Se someten al flujo natural de sus propias vidas y se dejan llevar por él en vez de tratar de oponerse (pues eso es como oponerte a tu propia naturaleza).

Por ejemplo, si te hubieras propuesto navegar desde el punto A al punto B, podrías trazar una línea recta y tratar de seguirla a toda costa, de modo que lograras llegar con mucho estrés y esfuerzo, o bien podrías ir aprovechando las corrientes y los vientos que estén ahí en ese momento hasta llegar a tu destino; tal vez de este último modo tardarías más o no podrías precisar con exactitud cuándo llegarías, pero sin duda llegarías con mucho menos esfuerzo y estrés.