Autora: Ana Muñoz


Aunque los genes tienen una influencia importante, no es menor la influencia del ambiente en el desarrollo del ser humano. De hecho, los factores ambientales parecen ser tan importantes como los genéticos.

Los investigadores han estudiado el grado de similitud entre gemelos idénticos para un rasgo dado, frente a gemelos no idénticos, han comparado niños adoptados con sus padres biológicos y adoptivos, o han comparado varios miembros de la familia. Estas investigaciones muestran que el carácter heredable de los rasgos rara vez es superior al 50%, de modo que queda mucho espacio para la influencia del ambiente. Por ejemplo, la influencia de la personalidad o comportamiento de los padres, clase social, nivel de ingresos, número de hijos, centros de cuidado, escuelas, compañeros, etc., son aspectos ambientales que moldean la personalidad.

Los factores genéticos y los ambientales están entrelazados y se influyen ente sí de una manera sumamente compleja, de modo que es difícil decir hasta qué punto un rasgo es producto de una influencia genética o ambiental.

Rango de reacción

El rango de reacción hace referencia a una gama de respuestas que pueden darse ante una determinada influencia genética. Por ejemplo, el tamaño del cuerpo depende de procesos biológicos que están controlados genéticamente. No obstante, existen una gama de tallas posibles que se darán según la influencia ambiental (por ejemplo, según el tipo de alimentación que reciba y el grado de nutrición). Esta gama de tallas posibles se encuentra situada entre un límite inferior y un límite superior, que está determinado por los genes. Así, un niño bien alimentado y sano, puede alcanzar la estatura máxima que sus genes permiten, pero no superará ese límite superior.

Los genes pueden manifestarse de forma distinta en distintos ambientes. Así, el ambiente en que se desarrolle una persona y lo que esta persona haga, ejercerán una influencia. Por ejemplo, una persona puede tener una tendencia genética hacia la obesidad, pero esto no necesariamente hará que sea obesa. Será obesa si consume más calorías de las que su cuerpo necesita.

Canalización

La canalización es un concepto utilizado para describir el impacto de la programación genética.

Algunas características de las personas están programadas genéticamente con gran fuerza, de modo que se dice que están fuertemente canalizadas y no se ven apenas influenciadas por el ambiente.

Por ejemplo, el color de los ojos. En cambio, las características más complejas, relacionadas con la personalidad y la inteligencia, no tienen una canalización tan fuerte y se pueden ver mucho más influenciadas por las experiencias de la vida, la clase social, la familia en la que crezca, las personas con las que se relacione, la escuela, etc.

Maduración

Los seres humanos están cambiando a lo largo de toda la vida. Algunos de estos cambios los causa la herencia y otros el ambiente o la interacción entre ambos.

La maduración consiste en el desarrollo de una secuencia de cambios y comportamientos con base biológica. Por ejemplo, los niños empiezan gateando, luego caminan y luego son capaces de correr, y esto suele suceder a edades determinadas y en este orden. Aún así, el ambiente puede influir en el momento en que estos cambios se dan. Por ejemplo, los bebes criados en orfanatos en los que recibían muy poca atención y no hacían ejercicio, se sentaban y caminaban mucho después de lo normal.

El papel del ambiente es mucho más importante en el desarrollo de la personalidad y la inteligencia. Si los padres hablan con sus hijos y recompensan sus primeros sonidos prestándoles atención, sonriendo o hablándoles, los niños desarrollan antes el lenguaje.

¿Por qué los hermanos son tan diferentes?

A pesar de tener los mismos padres, cada hijo hereda un conjunto de cromosomas diferente. A su vez, esta predisposición genética los puede llevar a elegir experiencias diferentes. Por ejemplo, si una niña nace con una capacidad especial para el dibujo y pide a sus padres que la lleven a tomar clases, ella misma estará fomentado el desarrollo de esta capacidad. Así, las personas pueden moldear sus propios ambientes y sus propias capacidades

Al mismo tiempo, dentro de una misma familia, cada niño vive experiencias diferentes y microambientes familiares diferentes. Por ejemplo, el hermano mayor puede haber nacido cuando sus padres atravesaban una época económicamente difícil o con problemas entre ellos, mientras que su hermana pequeña puede haber nacido años después, cuando la situación es más favorable.

¿Herencia o ambiente?

Conocer hasta qué punto un rasgo se ve influenciado por el ambiente es de gran importancia porque permite establecer un programa de intervención. Por ejemplo, si sabemos que la inteligencia se ve influenciada por el ambiente, los padres tenderán a estimular a sus hijos intelectualmente (hablar y leer a sus hijos, proporcionarles juegos y juguetes que los ayuden a desarrollar su inteligencia, etc.), mientras que si se considera que la inteligencia está determinada genéticamente en su totalidad, no se hará nada para desarrollarla.

Por otra parte, conocer los defectos genéticos y hasta qué punto pueden ser influidos por el ambiente, puede ayudar en el tratamiento de dichos defectos. Por ejemplo, los niños que nacen con el defecto enzimático que causa la fenilcetonuria pueden sufrir retraso mental si no se interviene, pero si se les suministra una dieta especial dentro de las primeras tres a seis semanas de vida, se desarrollan normalmente.

Rasgos que se ven afectados por la herencia y el ambiente

La mayor parte de los rasgos de comportamiento reciben la influencia de diversos genes, y el ambiente ejerce una gran influencia. En numerosos casos, las características físicas y sobre todo las psicológicas, se transmiten mediante la interacción de factores genéticos y ambientales.

1. Características físicas y enfermedades

Los gemelos idénticos tienen más probabilidades que los no idénticos de padecer las mismas enfermedades, como hipertensión, enfermedades reumáticas, enfermedades cardiacas, etc.

Los gemelos idénticos tienen el doble de posibilidades de ser ambos obsesos que los gemelos no idénticos. No obstante, el ambiente ejerce una gran influencia en este aspecto, pues aunque a una persona con predisposición genética hacia la obesidad puede costarle más permanecer delgada, puede lograrlo con una alimentación adecuada, ejercicio, etc. Sin embargo, si los gemelos idénticos con tendencia a la obesidad viven en un mismo ambiente que estimula el comer en exceso, ambos pueden llegar a ser obesos.

2. Personalidad

La personalidad es el conjunto general de rasgos mentales, de carácter, comportamiento, temperamento y emociones; es decir, las formas constantes e identificables en las que una persona difiere de las demás. Algunos autores consideran que la personalidad puede definirse en base a cinco rasgos principales: extroversión, neurosis, rectitud, conformismo y franqueza. Parece ser que estos rasgos tienen una influencia de la herencia del 40 %.

3. Inteligencia

Los genes parecen tener una influencia mayor sobre la inteligencia general. Muchos genes se combinan pare crear una influencia general sobre la inteligencia, cada uno aportando una pequeña influencia. Lo que hacen los genes es establecer un rango de posibles reacciones ante una gama de experiencias posibles.

No existe ninguna evidencia que indique que las diferencias intelectuales entre razas y culturas se deba a los genes y no al ambiente. En cambio, sí existe evidencia de una fuerte influencia genética en las diferencias intelectuales en personas pertenecientes a un mismo grupo.

Cerca del 50 % de las diferencias en inteligencia en las personas de un mismo grupo, se debe a la herencia y el 50 % restante al ambiente.

La herencia familiar parece ser más importante a medida que la gente envejece. Es decir, el ambiente familiar ejerce una mayor influencia en los niños más pequeños, mientras que los adolescentes son más capaces de desarrollarse y orientar sus vidas en función de sus propias capacidades e intereses innatos. Así, los jóvenes buscan desenvolverse en aquellos ambientes que son compatibles con su herencia genética. Esto explica por qué gemelos idénticos criados separados acaban pareciéndose entre sí.

4. Temperamento

El temperamento es el estilo básico de una persona para percibir y reaccionar ante las situaciones.

Los investigadores que estudian el temperamento analizan comportamientos como lo regulares que son los niños para comer o dormir, con qué rapidez aceptan nuevas personas y situaciones, cómo se adaptan a los cambios en su rutina, su sensibilidad ante el ruido, las luces brillantes y otros estímulos sensoriales, si tenían tendencia a ser alegres o tristes, con qué intensidad respondían y si eran persistentes en sus tareas o de distraían con facilidad.

Los niños variaban mucho entre ellos en estas características, las cuales solían persistir a lo largo del tiempo, por lo que en gran parte parecen ser innatas. No obstante, el ambiente es también importante, pues muchos niños cambiaban su estilo de comportamiento ante experiencias especiales o debido a la influencia de sus padres.

5. Trastornos psicológicos

En la aparición de trastornos psicológicos existen también influencias tanto de la herencia como del ambiente. Existe evidencia de una influencia hereditaria en el alcoholismo, la depresión, el autismo infantil y al esquizofrenia.

Sin embargo, la herencia por sí sola no es suficiente para que se produzcan estos trastornos. Lo que se hereda es una predisposición o tendencia a presentar un determinado trastorno, pero el que dicho trastorno llegue a presentarse o no, depende de la influencia ambiental, que puede desencadenar el trastorno.

La esquizofrenia, por ejemplo, tiene un fuerte componente genético. Sin embargo, no todos los gemelos idénticos desarrollan ambos la enfermedad, de modo que la influencia ambiental es también de suma importancia. La persona hereda una predisposición a padecer esta enfermedad. Cuando en su vida aparecen ciertas presiones y acontecimientos, es cuando la enfermedad puede desencadenarse.

Un estudio realizado en 1992 (Lewis, David, Andreasson y Allebeck) mostró que los hombres que viven habían crecido en la ciudad tenían una mayor probabilidad de desarrollar esquizofrenia que los criados en zonas rurales.

La timidez

El psicólogo Jerome Kagan de la Universidad de Harvard, realizó diversos estudios con niños para evaluar la timidez, o lo que los investigadores llamaron "inhibición ante lo desconocido".

La timidez fue fuerte en un 10 - 15 % de los niños, se manifestó por primera vez a los 21 meses de edad y persistió, en la mayor parte de los casos, durante el tiempo que duró la investigación (5 años).

El rasgo opuesto a la timidez, la intrepidez o comodidad antes situaciones extrañas, también fue especialmente marcada en el 10-15 % de los niños. El resto, es decir, la mayoría de los niños, se situó en algún punto entre ambos extremos.

La influencia genética y la persistencia del rasgo a través del tiempo, fue más fuerte para los niños situados en los extremos. Niños a quienes se había adoptado poco tiempo después de nacer, se parecían mucho a sus madres biológicas respecto a la timidez. Sin embargo, estos niños también se parecían a sus madres adoptivas, de modo que también existe una influencia ambiental.

Los padres de bebés tímidos tienden a tener una vida social poco activa, sin exponerse ellos ni exponer a sus bebés a situaciones sociales nuevas. Esto sucede no sólo con los padres biológicos sino también con los adoptivos.

Por tanto, aunque la tendencia hacia la timidez puede heredarse, el ambiente puede producir modificaciones, acentuándola o minimizándola.

Algunos niños tímidos se vuelven más decididos y espontáneos. Esto sucede como respuesta al esfuerzo de sus padres por ayudarlos a sentirse mejor ante nuevas situaciones y personas desconocidas. Así, el manejo adecuado de los padres que conocen y entienden el temperamento de sus hijos, puede ayudarles a cambiar su forma de enfrentarse a los desafíos de la vida.