Autora: Ana Muñoz


La enfermedad de Meniere es un trastorno del oído interno que causa episodios de vértigo, zumbidos en los oídos, una sensación de plenitud o de presión en los oídos y una pérdida de audición que va y viene. La parte del oído afecta es el laberinto, que incluye la cóclea y los canales semicirculares.

Síntomas de la enfermedad

Un ataque típico de síndrome de Meniere suele estar precedido de una sensación de tener el oído lleno. Los cambios en la audición o en el zumbido también pueden producirse antes del ataque. El episodio típico de Meniere está formado por vértigo (sensación de que todo gira a tu alrededor), desequilibrios, náuseas y vómitos. El ataque promedio suele durar entre 2 y 4 horas. Tras un ataque severo, la mayoría de las personas se sienten agotadas y necesitan dormir durante unas horas.

Los ataques de Meniere pueden ocurrir en grupo. Es decir, pueden darse varios ataques en un corto periodo de tiempo. Sin embargo, pueden pasar incluso años entre los distintos episodios o ser más frecuentes, variando enormemente de una persona a otra. Entre estos ataques, la mayoría de las personas no tiene síntomas o notan un ligero desequilibrio y zumbidos en el oído.

El síndrome de Meniere suele comenzar en un oído pero en ocasiones se extiende también al otro.

Causas de la enfermedad

No se conoce la causa de esta enfermedad, aunque hay diversas hipótesis:

1. El ataque del síndrome de Meniere se produce como consecuencia de las fluctuaciones en la presión del líquido que se encuentra en el oído interno. Un sistema de membranas llamado laberinto contiene un líquido que recibe el nombre de endolinfa. Cuando la presión aumenta, las membranas de dilatan ocasionado el ataque.

2. La enfermedad inmunitaria puede contribuir a los síntomas del síndrome de Meniere. La asociación que se ha encontrado entre el síndrome de Meniere y la enfermedad de la tiroides, alergias y elevados niveles de inmunocomplejos y linfocitos activados sugieren una respuesta alterada del sistema inmunitario.

3. Algunos autores han sugerido la existencia de virus como causa de la enfermedad, aunque los datos son contradictorios.

4. Los genes parecen jugar también un papel en algunas personas, aunque aún está por demostrar.

Qué puedes hacer durante un ataque

Durante un ataque, túmbate en una superficie firme y quédate lo más quieto posible, con los ojos abiertos y fijos en un objeto que no se mueva. No bebas nada de agua porque es muy probable que te haga vomitar. Quédate así hasta que el vértigo severo pase; luego, levántate lentamente. Cuando termine el ataque es probable que sientas un gran cansancio y necesites dormir durante varias horas.

Si el vómito persiste y no puedes beber agua durante más de 24 horas (12 horas en caso de niños) contacta con tu médico.

Qué puedes hacer para mejorar el síndrome de Meniere

En el oído normal, el líquido que llena el oído interno funciona de manera independiente del líquido/sangre presente en el resto del cuerpo. En el oído normal, el líquido se mantiene a un volumen constante y contiene una concentración específica de sodio, potasio, cloruro y otros electrolitos que le permiten funcionar normalmente. Sin embargo, en el síndrome de Meniere no sucede así; por el contrario, esta independencia se pierde y el volumen y concentración del líquido del oído interno fluctúa con los cambios en el líquido/sangre del resto del cuerpo. Esta fluctuación es la que causa los síntomas de presión o sensación de plenitud del oído interno, zumbidos, pérdida de audición, mareo y desequilibrio.

Por tanto, el líquido de tu oído interno se ve influido por ciertas sustancias que hay en tu sangre y en otros fluidos de tu cuerpo. Esto es lo que puedes hacer para mantener el líquido de tu oído lo más estable posible:

1. Mantén siempre estable el nivel de sal y de azúcar de tu alimentación. Evita comidas que tengan exceso de sal y de azúcar.

2. Distribuye la toma de alimento y de líquido de forma constante a lo largo del día, todos los días. Come aproximadamente la misma cantidad de alimentos en cada comida y no te saltes ninguna comida.

3. Haz una alimentación sana, rica en alimento frescos y naturales como verduras, frutas, frutos secos, proteínas de calidad (como el pollo y el pescado) y cereales integrales. Evita en lo posible los alimentos procesados.

4. Bebe cantidades de líquido adecuadas cada día, distribuidas de manera estable a lo largo del día. Este líquido debería incluir agua, leche y zumos naturales (por ejemplo, arándano, manzana). Trata de predecir cuándo vas a perder más líquido del normal y bebe agua antes de que suceda dicha pérdida; por ejemplo, al hacer deporte o en días de calor.

5. Ten cuidado con las alergias alimenticias. Por ejemplo, algunas personas tienen alergias a la leche, que puede provocar sus síntomas. Averigua si tienes alguna alergia o intolerancia alimenticia.

6. Evita la cafeína y cualquier alimento que la contenga, como café, té o chocolate. La cafeína puede hacer que los síntomas empeoren y agravar los zumbidos en los oídos.

7. Evita el consumo de alcohol o limítalo a un único vaso de vino o cerveza al día.

8. Evita alimentos que contengan glutamato monosódico. Suele estar presente en alimentos precocinados o procesados y en la comida china.

Medicamentos que debes evitar

1. Evita las aspirinas y medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico. La aspirina puede provocar zumbidos en los oídos. Evita también antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno.

2. Evita medicamentos que contengan cafeína.

3. Presta atención al contenido de cualquier medicamento que tomes.

4. Evita el tabaco y el humo del tabaco de otras personas. La nicotina constriñe los vasos sanguíneos y puede hacer que descienda el suministro de sangre al oído interno, empeorando los síntomas.